Andrés Roca Rey arrancó el día seis de octubre publicando en su Instagram un saludo de cumpleaños a su mamá y una foto de ambos abrazados. Horas después, recibiría una grave cogida en su primer toro durante la sexta corrida de la Feria de Otoño en Las Ventas que lo dejaría gravemente lesionado.
El parte médico firmado por el médico García Pardós de la enfermería de la plaza, señala: “herida por asta de toro en cara posterior 1/3 proximal muslo derecho, con dos trayectorias una hacia delante de 15 cm que produce destrozos en músculos isquiotibiales y contusiona nervio ciático y otra hacia dentro de 15 cm que produce destrozos en músculo glúteo mayor”. El parte finaliza: “pronóstico grave que le impide continuar la lidia”.
Roca Rey, considerado en el mundo taurino como el mejor del mundo, se alistaba a rematar una serie de derechazos con un pase de pecho por el mismo pitón cuando el toro, de la ganadería Fuente Ymbro, lo embistió por la pierna derecha para luego quedar colgado del pitón al quedar enganchado por la manga de la chaquetilla.
El joven matador fue asistido inmediatamente. Se pudo ver a su hermano Fernando correr al ruedo para ayudarlo y aunque el maestro se incorporó, terminó la faena y se llevó una oreja protestada por el público, no pudo llegó a enfrentar al quinto toro de la jornada, siendo reemplazado por Víctor Hernández.
Instantes después fue intervenido quirúrgicamente bajo anestesia general en la enfermería de Las Ventas y luego trasladado a la Clínica La Fraternidad Muprespa Habana.
El jale del matador peruano de 27 años es innegable. Su presencia en esta corrida no solo provocó que se agoten todas las entradas, sino que el documental Tardes de Soledad de Albert Serra, que lo tiene como protagonista, está siendo proyectado en festivales de cine alrededor del mundo.
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