Más de 15.4 millones de ciudadanos chilenos fueron llamados a participar en la jornada electoral. Anteriormente, la ciudadanía había rechazado de manera rotunda el primer proyecto constitucional redactado por una asamblea, en ese entonces, con predominancia izquierdista en 2022. Con este resultado, se pone punto final al intento de cambiar la Carta Magna heredada de la dictadura de Pinochet y luego del debate constitucional iniciado tras las masivas y violentas protestas de 2019, que generaron destrucción de propiedad pública y privada. Al final, fue por gusto tantos actos de vandalismo y tanto gasto. Queda claro también que el objetivo de cambiar la Carta Magna obedeció a intereses políticos antes que al clamor del ciudadano.