La Policía Nacional de España detuvo a un hombre de 38 años por organizar una fiesta que excluía explícitamente a personas LGBT, según lo anunciado en redes sociales.
La mujer de 34 años enfrenta cargos por envenenar a su hija de un año. Fue detenida en Australia.
El caso comenzó cuando en las redes sociales se difundió un anuncio del evento, donde se especificaba que la entrada estaba prohibida para personas homosexuales, utilizando términos peyorativos como “maricones”.
El organizador intentó justificar esta medida apelando al "derecho de admisión", lo que provocó una ola de denuncias, incluyendo la de la alcaldesa de Torremolinos, Margarita del Cid, y diversos colectivos LGBT. Sin embargo, fue liberado por las autoridades.
Este acto discriminatorio llevó a la Fiscalía de Málaga a abrir una investigación por posibles delitos relacionados con la dignidad y la discriminación.
Según el Código Penal español, negar servicios o prestaciones basándose en la orientación sexual constituye un delito de odio.
Además, la comunidad de Torremolinos rechazó tajantemente el incidente. "No se puede impedir la entrada a nadie. Cada persona es libre de ser quien quiera", afirmó una vecina del municipio. Empresarios y residentes han enfatizado que este acto no representa el carácter inclusivo del pueblo.
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