Funcionarios del Servicio Secreto están alentando a la campaña de Donald Trump a dejar de realizar manifestaciones al aire libre a raíz del intento de asesinato del 13 de julio contra el ex presidente en un recinto ferial en Butler, Pensilvania.
MIRA: Gobierno observa polémica nueva Ley del Cine aprobada por el Congreso
La medida, reportada por el Washington Post, ocurre luego de que la directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, renunciara el martes luego de un combativo interrogatorio ante un comité del Congreso por parte de demócratas y republicanos sobre aparentes fallas de seguridad antes de un intento de asesinato a Trump por parte de un hombre armado de 20 años.
En la carta de renuncia, Cheatle dijo que había tomado la “difícil” decisión de dejar la agencia “con el corazón apesadumbrado” y reconoció que la agencia “no cumplió” con su misión “de proteger a los líderes de nuestra nación”, refiriéndose a la manifestación de Butler.
La campaña de Trump, de acuerdo con el Post, actualmente no está planeando más eventos al aire libre y en su lugar está buscando reservar lugares interiores, incluidos estadios de baloncesto.
Según el Post, los asesores de Trump habrían dicho al Servicio Secreto que la campaña de reelección de 2024 planeaba celebrar grandes eventos y que necesitaría más protección y recursos. Pero se cree, de acuerdo con el citado medio, que la agencia rechazó las solicitudes, citando la falta de recursos.
Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional, nombró a Ronald Rowe, subdirector del Servicio Secreto, para servir como director interino hasta que se elija un reemplazo permanente.
VIDEO RECOMENDADO