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En los condados rurales de Georgia, las muertes por COVID-19 son tan alarmantes como en Nueva York
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El coronavirus viene expandiéndose en Estados Unidos, y Nueva York, uno de los principales Estados de ese país, ha sido el centro de atención para autoridades gubernamentales y medios de comunicación, a pesar de que varios condados de los empobrecidos sectores rurales de Georgia tienen las peores tasas de mortalidad per cápita, según cita un informe de la agencia de noticias AP.
El número de muertos en Nueva York es de 21.845, mientras que el de Georgia es de 1.517. Y si bien, a simple vista, estos datos parecieran posicionar al estado de Nueva York como una de las zonas más alarmantes, la realidad es otra. La otra cara de la moneda se centra en la vulnerabilidad de los condados rurales de Georgia, donde las tasas de mortalidad son las peores en Estados Unidos comparadas con las de Nueva York, lo cuál debería generar preocupación.
Según datos de AP, de los 10 condados con más tasa de mortalidad de Estados Unidos, 5 son de Georgia. El primer condado con más tasa de mortalidad es Randolph, Georgia, que tiene 268.1 fallecidos por cada 100 mil habitantes, le sigue Nueva York con 224.13. En la tercera y cuarta posición se encuentran Terrell y Early, también de Georgia, con 214.47 y 193.27, respectivamente.
TASAS DE MUERTE MÁS ALTAS DEL CONDADO PER CÁPITA, a partir del 4 de mayo (AP)
Durante la última década, Georgia ha perdido siete hospitales rurales, además nueve condados de este estado no tienen ni siquiera un médico. La agencia señala que incluso antes de que el virus llegue a Estados Unidos, la esperanza de vida en estos condados era seis años menor que el promedio estadounidense.
“De los 20 condados con la tasa de mortalidad más alta en Estados Unidos, seis de ellos están en el suroeste de Georgia, donde no hay mucha gente”, señala el reporte.
El reporte, producido con el apoyo de Centro Pulitzer, además presenta cifras muy preocupantes: “Según la Alianza de Georgia de Hospitales Comunitarios; 18 no tienen un médico de familia, 60 no tienen un pediatra, 77 sin un psiquiatra”, señala el informe.
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La devastación aquí es una advertencia de lo que sucede cuando el virus se infiltra en las comunidades que han permanecido durante generaciones en el extremo perdedor de las desigualdades más insolubles de la nación: estos condados son rurales, en su mayoría afroamericanos y pobres.
Uno de los peores escenarios lo tiene el condado de Terrell, donde viven 8.500 personas. Ahí, el hospital local cerró hace décadas y las empresas han estado marchándose, generando un clima de falta de oportunidades.
Por último, sumado a la vulnerabilidad de este estado, la zona sur de Estados Unidos se ha resistido a las recomendaciones de aislamiento y distanciamiento social bajo la justificación de que se debe proteger la economía.
El mismo gobernador de Georgia, Brian Kemp, fue el primero en impulsar la reapertura de varios negocios no esenciales como salones de belleza, salones de tatuajes y restaurantes. Provocando que hasta la fecha, Georgia tenga más de 35.000 casos confirmados.
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