En Renania del Norte-Westfalia, Alemania, la policía ha descubierto el ingrediente secreto de la popular pizza que servía un restaurante: la cocaína. Esta ilegal acción era hecha por una banda de venta de drogas que usaba la comida como fachada.
El caso empezó en marzo, después de una inspección sanitaria en la pizzería de Düsseldorf, cuando los funcionarios descubrieron la droga entre el tomate y el queso. Los detectives empezaron a estudiar el caso una vez que fueron avisados, y un hecho que les llamó la atención fue que una pizza del menú, la 'número 40', era la más pedida.
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Justamente, cuanto más investigaban acerca de la pizza, notaron un detalle curioso: debajo de las bases redondas de las pizzas, se encontraba a menudo una bolsa con polvo blanco. El inspector jefe, Michael Graf von Molkte, estaba sorprendido, al igual que el dueño del restaurante, un croata de 36 años.
No parecía en principio un delincuente, en gran parte debido a que no poseía antecedentes penales. Pero cuando llegó la policía a su casa, el hostelero intentó deshacerse de las pruebas, lanzando la bolsa con droga por la ventana, sin darse cuenta que caería en las manos de los agentes abajo.
Se llegó a incautar 1,6 kilos de coca, 400 gramos de cannabis, y 268 mil euros en efectivo. Se arrestó al pizzero, pero debido a su falta de antecedentes penales, fue liberado unos días después.
Pero el pizzero no aprendió la lección, y una vez liberado, volvió al restaurante, volviendo a vender su plato estrella: la pizza número 40; con todos los ingredientes clásicos... Más la bolsa blanca.
La policía, mientras, investigó la cadena de suministros de la pizzería, que los llevó a un amigo de estos hombres, un experto de artes marciales. Los agentes lo atraparon, precisamente, porque sospechaban que en el pasado habría atacado y robado a narcotraficantes rivales, incluso tomando a uno de ellos como rehén. Al final, para la investigación se contó con la ayuda de 150 efectivos.
Los inspectores también llegaron a mantener bajo custodia a un traficante alemán de 30 años de Colonia y un marroquí de 28 años, además de una docena de sospechosos. Mientras, al "narcopizzero" lo llegaron a detener cuando iba a huir al extranjero.
Según las recientes investigaciones, la banda estaría siendo acusada de comprar "kilos" de coca y cannabis y venderlas a otros traficantes, además de cultivar marihuana en apartamentos privados. También se llegó a encontrar dinero en efectivo y armas. El joven experto en artes marciales, en principio, estaría enfrentándose a 15 años de prisión por este delito.
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