Diversos especialistas han advertido sobre los peligros de consumir carne cruda, en especial la de pescado, pues pueden albergar varios parásitos que podrían llegar a nuestro sistema y causarnos graves daños. El anisakis es uno de los más habituales y con el cual debemos tener especial cuidado.
Una de las formas habituales de evitar que estos molestos parásitos no nos provoquen daños a la salud es cocinar bien la carne del pescado, aunque para platos específicos, como el sushi, es necesario comerlo crudo, por lo que se debe mantener unos días congelado como mínimo a -20 ºC antes de consumirlo.
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En caso de no hacerlo adecuadamente, podremos contraer el parásito y si esto ocurre, dos cosas pueden pasar: uno, que no manifiestes síntoma alguno o que desarrolles un variado ajuar de síntomas digestivos, incluso reacciones alérgicas que podrían causarte graves daños a la salud.
No obstante, lo que no se sabía hasta ahora es que algunas personas podrían acabar desarrollando cáncer de colon con el paso del tiempo.
Esta es la conclusión a la que llegó un estudio realizado por científicos de la Universidad Complutense de Madrid y la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Generalitat Valenciana (Fisabio).
En esta investigación participaron 92 personas con cáncer de colon y 60 personas sanas, una muestra pequeña, cabe destacar, pero que los resultados han sido tan llamativos como para continuar los estudios en torno a esta relación.
No es la primera vez que se llega a un resultado de este tipo, pues en el pasado ya se vio cierta relación entre la infestación con anisakis y el desarrollo de cáncer de estómago con el tiempo. Sin embargo, su relación con el colon es reciente y los resultados se apoyan entre sí.
¿Qué es el anisakis?
Para entender la relación entre la infestación y el cáncer de colon debemos responder esta pregunta. El anisakis es un gusano parásito que vive en el sistema digestivo de animales marinos. Los huevos que ponen las hembras se desarrollan en el fondo marino.
Allí crecen las larvas hasta que son ingeridas por pequeños crustáceos, que más tarde pueden convertirse en alimento para peces y cefalópodos como la sepia. Si los humanos consumen estos animales, podrían ingerir también a estos parásitos en su sistema digestivo.
Por ello, una forma de evitarlo es eliminar las vísceras del pescado cuanto antes, pues son el lugar perfecto para los anisakis. Generalmente la infección no es grave, con la excepción de algunos síntomas digestivos que puedan complicarse o de reacciones alérgicas que terminen en shock anafiláctico.
Sin embargo, durante el tiempo que el parásito permanece en el organismo se puede producir una inflamación crónica, a causa de la respuesta del sistema inmunitario por combatirlo. Es aquí donde empieza el problema.
¿Cómo conduce al cáncer de colon?
Los autores de la investigación, publicada en 'Parasitology Research', hicieron dos pruebas en los pacientes y las personas sanas en este estudio.
Por un lado, se analizaron los niveles de linfocitos T, unas células sanguíneas que apoyan la respuesta inicial del sistema inmunitario contra las infecciones. Y, por otro lado, se midieron los anticuerpos específicos frente al parásito.
Con ello encontraron resultados que llamaron la atención. En la primera prueba vieron que los pacientes con cáncer de colon tenía niveles más bajos de linfocitos T, mientras que los niveles de anticuerpos eran muy elevados. La presencia de anticuerpos significa que en algún momento habían estado expuestos al anisakis.
Por otro lado, la cantidad más baja de linfocitos T indican que posiblemente no pudieron combatir efectivamente la infección, lo que indica que el parásito estuvo más tiempo causando inflamación, lo cual deriva en daños en el ADN, expresión de oncogenes y disminución de la apoptosis.
Los oncogenes son genes que facilitan la proliferación de células tumorales. Esta proliferación suele acompañar a los daños en el ADN. Por suerte, nuestras células cuentan con mecanismos como la apoptosis celular, por el que aquellas que están muy dañadas se suicidan antes de poder convertirse en tumores.
Más ADN dañado, más genes que facilitan la proliferación de tumores y menos mecanismos que la evitan. Todo favorece el cáncer. Ya se vio con el de estómago y ahora también con el cáncer de colon.
Por ello, debemos tener en consideración este aspecto a la hora de elegir nuestro platillo con pescado favorito, más aún si es crudo, así evitaremos el anisakis. En todo caso, tenemos que tener en cuenta congelar adecuadamente el pescado antes de comerlo crudo. Así podemos evitar riesgos a nuestra salud a largo plazo.
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