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Niña de dos años gritó que “no quería irse a casa” poco antes de ser asesinada por su padrastro
En el juicio por el asesinato de la menor, una amiga de la madre, testigo del caso, aseguró que la pequeña Lola James le suplicó para no volver a casa, en donde fue asesinada por su padrastro, Kyle Bevan.
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Inglaterra. En medio del juicio que se sigue en contra de Kyle Bevan por haber asesinado a su hijastra de solo dos años, una amiga de la madre testificó que la pequeña Lola James gritó que “no quería irse a casa”, pocos días antes de que su padrastro la matara en el año 2020.
Sinead James, madre de la menor, la dejaba frecuentemente con su pareja de 31 años, quien tiene un historial de drogas y agresiones. Según la testigo, la instó muchas veces en dejar a Bevan pues era una persona “agresiva”, esto semanas antes de que la menor fuera asesinada.
Casey Morgan, amiga de Sinead James, aseguró que el hogar en donde vivía la menor “estaba siempre sucio y horrible”. “Lola no quería irse, estaba gritando que no quería irse a casa”, reveló.
Morgan incluso recalcó en el juicio un evento en el 2020 que hasta día de hoy seguiría acechándola, cuando una noche Kyle Bevan se enojó y destrozó la casa, asustando a la niña en el proceso. Esto dos meses antes de que Bevan asesinara a la pequeña.
“Le dije a Sinead que si no se deshacía de él (Kyle Bevan), la lastimaría. Algo malo le va a pasar”, indicó Morgan en el juicio, asegurando que la advertía del comportamiento de su pareja.
Los doctores que analizaron la autopsia concluyeron que la pequeña Lola sufrió demasiadas lesiones y heridas en el momento de su muerte. Por las lesiones en su cabeza, se estima que a Lola la empujaron por las escaleras, tras golpearla duramente en el cráneo. Se encontró además gran cantidad de sangrado surgiendo de sus ojos.
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