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Guardia de prisión acusada de introducir un smartphone a un preso y enviarle videos sexuales se quiebra por sentencia
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Una oficial de prisiones corrupta que se enamoró de un recluso en una cárcel de hombres y le envió videos sexualmente explícitos de ella a través de un teléfono que introdujo de contrabando, lloró al ser sentenciada a ocho meses de prisión en Reino Unido.
Jennifer Gavan, de 27 años, se declaró culpable de mala conducta en un cargo público, debido a que entre abril y julio de 2020 en HMP Berwyn, una cárcel moderna para más de 2000 hombres en la ciudad galesa, introdujo un smartphone de contrabando en la celda de Alex Coxon, de 25 años, con quien había iniciado un romance.
Gavan se derrumbó en la corte al ser acusada de entablar una relación inapropiada con el preso Alex Coxon. Ella había aceptado 150 libras esterlinas para introducir un teléfono móvil en la cárcel, por el que se comunicó con el preso de manera ilegal.
Sin embargo, pese a los hechos, Jennifer recibió el apoyo de sus compañeros de trabajo, un hecho que sorprendió al juez Niclas Parry, quien llamó la atención de las autoridades de la prisión.
El fiscal David Mainstone dijo que las autoridades penitenciarias recibieron información de inteligencia sobre una posible relación. Producto de las investigaciones es que se encontró un teléfono escondido en la celda de Alex Coxon, en el que había imágenes ‘explícitas’ de una mujer.
Mainstone dijo que Jennifer se negó a revelar el PIN de su teléfono móvil. Sin embargo, se pudo corroborar que ella había hecho videos ‘sexualmente explícitos’ de sí misma que fueron enviados al presidiario.
PROBLEMAS DE AUTOESTIMA
La abogada defensora, Maria Masselis, dijo que Jennifer conoce la posición a la que se enfrenta. “Ella todavía lucha por explicar por qué y cómo llegó a hacer las cosas que estaba haciendo. Fue un punto particularmente bajo en su vida. Acababa de salir de una relación muy larga”.
Masselis agregó que su defendida tenía ‘problemas de autoestima’ pero que fue particularmente empática con los reclusos durante el encierro de Covid, cuando no había visitas familiares. Hubo “inmadurez y un elemento de ingenuidad” y Gavan se sintió “manipulada” al creer que estaba en una relación con Coxon. Ella había expresado su amor por él y enviado imágenes.
“Se sentía mal equipada para lidiar con un ala de 80 prisioneros varones, en ocasiones sola por largos períodos de tiempo”.
FINALMENTE SENTENCIADA
El juez Parry dijo que actuó “totalmente fuera de lugar” pero que estaba genuinamente arrepentida. Sin embargo agregó: “Este asunto es tan grave que solo puede justificarse una pena privativa de libertad inmediata”.
Por su parte, el tribunal escuchó que Alex Coxon había sido atrapado tratando de pasarle un teléfono a otro recluso, usando hilo dental para arrastrarlo por un pasillo.
Finalmente, Jennifer Gavan fue sentenciada a 8 meses de prisión debido a que tenía un empleo que implicaba un puesto de confianza al que faltó gravemente, según declaraciones del juez.
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