Guillermo y Catalina de Cambridge cumplen 10 años de casados: así recordaron a Diana de Gales en su boda real

El día que el príncipe Guillermo le preguntó a Kate Middleton si quería ser su esposa el 20 de octubre de 2010, lo hizo con el anillo de compromiso que Carlos de Gales le entregó a su madre, un zafiro de Sri Lanka de 12 quilates rodeado de 14 diamantes redondos encargado a los exjoyeros reales Garrard.

“Era mi forma de conseguir que mi madre no se perdiese este día, ni la emoción ni el hecho de que vamos a pasar el resto de nuestras vidas juntos”, contó a la prensa en 2010.

Faltando seis meses para su boda real, Kate y Guillermo realizaron una visita muy especial al lugar donde descansan los restos de Diana de Gales. Luego de 90 minutos de viaje desde Londres llegaron a la Finca Althorp, propiedad de los Spencer desde el siglo XVI. Allí, la pareja embarcó rumbo a la isla dentro del Lago Oval donde se encuentra la tumba. Otro detalle de la visita fue que recorrieron la casa ancestral de la princesa y caminaron juntos por la arboleda donde Guillermo y su hermano Enrique de Sussex plantaban árboles cuando eran niños.

El día del matrimonio en la abadía de Westminster, el 29 de abril de 2011, diversos detalles hicieron sentir que Diana de Gales estaba acompañando a su hijo y su esposa.

Según explica la revista Vanity Fair, Kate llevaba cosido un pequeño lazo azul en su vestido de novia a modo de amuleto de buena suerte - a juego con el de Diana en su día -, y un encaje diseñado a semejanza del de la princesa para cumplir con la parte de “algo viejo”. En cuanto al traje blanco diseñado por Sarah Burton para Alexander McQueen, tenía más homenajes ocultos en los elaborados apliques de tréboles, rosas y lirios bordados al corpiño.

Diana de Gales y Kate Middleton eligieron pendientes de lágrima de origen familiar para sus respectivas bodas. Los de la esposa de Carlos de Gales tenían 50 pequeños diamantes rodeando perlas en forma de pera pertenecientes a su madre; mientras que los de Kate fueron un encargo de sus padres e incluían elementos de la heráldica de los Middleton.

En cuanto a la tiara, la de Diana era la de los Spencer: una diadema floral de diamantes que se remonta a los tiempos de los Tudor; mientras que Kate llevó la tiara halo de Cartier que la reina madre recibió como regalo de su marido, el rey Jorge VI, en 1936 y que heredó su hija, la reina Isabel II del Reino Unido, en 1944, al cumplir 18 años.

Cuando el príncipe Guillermo llegó a la abadía de Westminster junto a su padrino y hermano, el príncipe Enrique, a la primera persona que saludó fue a su tía Sarah McCorquodale, la hermana mayor de Diana de Gales. Él también lo hizo con mucho cariño con los integrantes de la familia Spencer, incluyendo al hermano de Diana, Earl Spencer, que estuvieron en las primeras filas del templo.

El cantante Elton John fue un gran amigo de Diana de Gales y estuvo presente en la boda real. Él estuvo en Wesminster tanto para el funeral de la madre de Guillermo como para su matrimonio con Kate. En ambas ocasiones sonó ‘Guide Me, O Thou Great Redeemer’.

“No puedo ni imaginar lo que debe ser tener que seguir en público el ataúd de tu madre… Y que la siguiente vez que estemos aquí sea para verle recorrer la nave central con esa mujer tan hermosa, con el amor de su vida. No concibo un final más gozoso y estoy seguro de que es algo que a Diana le haría muy, muy feliz”, comentó el intérprete en una entrevista.

Los recién casados salieron de la abadía de Westminster al ritmo de la marcha de William Walton ‘Crown Imperial’, que también sonó en la boda de Carlos y Diana. Además, abordaron el mismo landó abierto de 1902 en el que sus padres volvieron a Buckingham tras su boda en 1981.

Haciendo un guiño al caritativo espíritu de Diana, Guillermo invitó a representantes de las organizaciones por las que su madre había luchado (como la ONG para jóvenes sin hogar Centrepoint o el hospital Royal Marsden). Adicional a esto pidió que, en vez de regalos, se efectúen efectuasen donativos a un fondo que sería dividido entre 26 ONG.