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LA FAMILIA DEL PAPA

John Prevost, hermano de León XIV: "Ha pasado mucho tiempo en Perú y su corazón está con los pobres"

Tanbién recordó que su hermano mostró desde joven una vocación religiosa clara: “Quería ser sacerdote desde pequeño. Eso era lo que quería hacer”. 

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Chiclayo
Chiclayanos celebraron elección de Prevost, quien fue pastor en el norte del Perú. Foto: AFP
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Desde su hogar en Chicago, John Prevost, hermano del recién elegido papa León XIV, compartió su perspectiva sobre el nuevo pontífice. 

En una entrevista con Univisión, destacó la profunda conexión de su hermano con los más necesitados: “El corazón de Robert está con los pobres, con los que están ignorados en la vida".

John, un maestro jubilado de 71 años, resaltó la relación de su hermano con el Perú, en especial con el norte del país. El ahora Papa León XIV, dedicó décadas de su vida al servicio misionero en nuestro país, donde trabajó en comunidades desfavorecidas y adquirió la nacionalidad peruana. Su experiencia en Perú moldeó su compromiso con la justicia social y la atención a los marginados.

 

John también recordó que su hermano mostró desde joven una vocación religiosa clara: “Quería ser sacerdote desde pequeño. Eso era lo que quería hacer”. 

La familia Prevost, de acuerdo con diversas agencias, se encuentra abrumada por la atención mediática tras la elección papal y aún no ha logrado comunicarse directamente con Prevost. 

En medio del fervor, los flashes y la especulación, una pregunta resuena con fuerza en pasillos eclesiásticos y medios internacionales: ¿quién es realmente León XIV y cuál es su postura frente a los grandes temas del mundo actual?

Ni los perfiles biográficos ni el archivo de homilías permiten una lectura clara. A diferencia de otros papas, Robert Francis Prevost —ahora León XIV— no ha sido un prelado mediático ni un hombre de declaraciones rotundas. Pero quienes lo conocen bien saben que el silencio no es sinónimo de indiferencia. 

¿QUÉ TAN CERCA ESTÁ DE LOS IDEALES DE FRANCISCO?

John Prevost conversó con The New York Times tras la elección papal. En sus palabras hay más certezas que conjeturas: “No creo que veamos extremos. Pero si hay algo que denunciar, no se va a quedar callado”. 

La alusión a su carácter moderado va acompañada de un punto clave: el nuevo papa comparte muchas de las preocupaciones del Papa Francisco, especialmente en torno a la migración y la dignidad humana.

León XIV no es un improvisado. Conoció a Jorge Mario Bergoglio antes de que se convirtiera en pontífice y su amistad ha sido constante desde entonces. En materia de migración, sus gestos y palabras han sido coherentes con la visión de Francisco. No es casualidad. Como señaló su hermano, “sé con certeza que no está contento con lo que pasa con la inmigración en Estados Unidos".

La sintonía ideológica con su antecesor ha inquietado a ciertos sectores del conservadurismo político estadounidense. No es la primera vez que un papa incomoda a Washington. Francisco, en su visita a México en 2016, criticó abiertamente la propuesta de Donald Trump de construir un muro fronterizo, afirmando: “Quien piensa solo en construir muros y no puentes, no es cristiano”. Esa frase le valió un ataque directo del entonces candidato, que lo acusó de “vergonzoso”.

Aunque hasta ahora ha evitado declaraciones políticas, su nombre ha aparecido vinculado a publicaciones en redes sociales que criticaban el uso de frases xenófobas por parte de Trump, como “bad hombres”, y que reivindicaban el mensaje de inclusión del Evangelio.

La elección de León XIV fue celebrada públicamente por el expresidente Trump, quien lo calificó como “un gran honor para Estados Unidos”. Pero el entusiasmo no fue compartido por todos sus seguidores. La influencer Laura Loomer lo tildó de “marxista pro-fronteras abiertas” y Steve Bannon lo describió como “uno de los candidatos más progresistas del cónclave”.

Lo cierto es que, por ahora, el nuevo papa se mueve con cautela, con los pies en la tierra vaticana y el oído puesto en los clamores del mundo. 

Su hermano lo resume con una frase sencilla y poderosa: “La mejor forma de entenderlo es que seguirá los pasos de Francisco. Eran muy buenos amigos”. 

Al preguntarle qué pensarían sus padres, fallecidos hace años, respondió: "Estarían en las nubes. Absolutamente increíble. Ni siquiera lo podrían soñar".

Prevost confesó que planeaba preguntarle a su hermano qué haría para relajarse y dijo que esperaba ir a verlo a Roma.

 

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