Lo pidió Donald Trump y Claudia Sheinbaum se vio obligada a cumplir con tal de retrasar la aplicación de aranceles de 25% a su país.
Este martes, el gobierno de México desplegó 10 mil militares en la frontera con Estados Unidos para frenar el tráfico de drogas.
De esta forma, queda atrás -al menos en teoría- la política de "abrazos, no balazos" impuesta por seis años por el mandatario Andrés Manuel López Obrador (AMLO), acusado por sectores de la oposición y los periodistas de investigación de estar coludido con el narcotráfico.
Mientras el gobierno de Claudia Sheinbaum se resiste a declarar a los narcotraficantes como terroristas, en redes sociales se compartió la imagen en la que el izquierdista prácticamente hizo una reverencia a la progenitora de uno de los más avezados capos de la droga.
El gobierno de Donald Trump acusó el fin de semana a México de tener una "alianza" con cárteles del narcotráfico. Claudia Sheinbaum rechazó durante el fin de semana al calificarlo de "calumnia".
LO QUE SE SABE DEL OPERATIVO
"Ya se empezaron a enviar (los militares). El plan lo hizo el general secretario (de la Defensa) con su equipo", dijo la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum durante su habitual mañanera.
Medios como El Universal señalan que el operativo comenzó al promediar las 6 de la mañana cuando agentes de la Guardia Naciona se trasladaron en un avión desde el sur del país hacia las ciudades de Tijuana, Baja California; Sonoyta, Sonora y Matamoros, Tamaulipas.
La mandataria añadió que los soldados fueron movilizados de otros estados que "no tienen tanto problema de seguridad".
"Es un despliegue que no deja sin seguridad al resto del país", apuntó.
Según dijo, el envío de los militares también ayudará a fortalecer las operaciones de seguridad en la frontera norte, que se ha visto golpeada por la violencia ligada al crimen organizado.
El Operativo Frontera Norte contempla el despliegue de los10 mil efectivos de la Guardia Nacional y del Ejército en puntos fronterizos del norte de México.
AFP observó a unos 300 militares en el aeropuerto de Mérida, en el estado de Yucatán (sur) con destino hacia la fronteriza Mexicali, en el estado de Baja California.
Las tropas ya desplegadas en la frontera buscan detener el flujo de fentanilo, otras drogas y la inmigración ilegal hacia los Estados Unidos.
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