PUBLICIDAD
Niñas envenenadas en Irán
Imagen
Fecha Actualización
¿Qué es lo que le debe preocupar a una niña al asistir a la escuela más allá de alguna tarea pendiente o tener ganas de aprender? Pues, en Irán, las escolares se enfrentan a un verdadero monstruo cada vez que pisan un aula: la posibilidad de ser envenenadas con gases tóxicos.
Cerca de un millar de escolares han sufrido estas agresiones desde noviembre del año pasado. La intención es clara: alejarlas de las aulas. Todo ocurre después de las valientes protestas tras la muerte en custodia de Mahsa Amini (que fue arrestada por la Policía de la Moral por llevar mal su yihad) el 16 de setiembre de 2022. En Irán hay un fuerte sector que pretende que las mujeres sigan manteniendo su pesado yugo.
SER MUJER EN IRÁN
La muerte de Amini desató una serie de manifestaciones. Miles de mujeres se levantaron para solidarizarse y exigir que aumenten sus derechos en el país persa. La batalla se libra aún en las calles, pero, desde el primer día de protestas, el gobierno decidió responder con represión. La agencia de Activistas de los Derechos Humanos (HRANA) estima que hasta el día de hoy más de 700 personas han muerto en las manifestaciones, incluidos 70 menores. Además, habría más de 20 mil detenidos y un centenar de condenados a muerte; algunos de ellos ya fueron ahorcados en plazas públicas. En Irán la protesta se castiga con muerte.
¿Por qué protestar? Hay demasiados motivos. Los reclamos por la muerte de Amini fueron en realidad un grito de enojo porque los principios islámicos profundamente conservadores restringen de forma severa las libertades individuales. Un ejemplo. Cualquier mujer iraní que tenga el deseo de sacar un pasaporte tiene que pedirle permiso a su esposo o”protector”. Suena absurdo pero así funcionan las normas en la república islámica. Aunque el mayor ejemplo de las restricciones se lo lleva la Policía de la Moral, un organismo que tiene la facultad de dar el alto a cualquier mujer para examinar su vestimenta. Incluso, puede medir los mechones de cabello que quedan a la vista o la longitud de sus pantalones.
Pero Irán no siempre fue así. Antes de 1979, el país se podía confundir con cualquier otra nación del mundo. Las mujeres podían usar faldas, ir a la playa en traje de baño o lucir su cabello sin prohibiciones. Lo mismo que educarse y participar en cualquier evento social o cultural. Fue tras la Revolución Islamista y el fin del gobierno del autócrata Mohamed Reza Pahlavi y el ingreso del ayatolá Ruhollah Jomeini que el país inició una transformación. Son cuestionables los aspectos positivos y negativos que ha dejado el proceso; sin embargo, es imposible dejar de lado la pérdida de derechos para las mujeres. Jomeini, amparado en una interpretación de la ley islámica, implantó una serie de prohibiciones que perduran hasta hoy y, si bien con el pasar de los años la implementación de estas medidas se ha venido negociando, hay otras que perduran y mantienen a las mujeres como ciudadanos de segunda clase.
COBARDE AMENAZA
Y así llegamos a la intoxicación de cientos de niñas iraníes. Ninguna ha fallecido, pero decenas terminaron hospitalizadas en 10 ciudades, presentando síntomas respiratorios, cardiacos y neurológicos. Los doctores señalan que fueron envenenadas con gas tóxico. “Se hizo evidente que algunas personas querían que se cerraran todas las escuelas, especialmente las de niñas”, dijo hace una semana el viceministro de Salud, Younes Panahi; sin embargo, a las pocas horas cambió de versión de forma inexplicable. En tanto, los padres han salido a las calles para pedir mayor seguridad para sus hijas. “Quieren que las niñas se queden en casa”, dice una mujer en un video compartido en redes.
La principal sospecha es que los ataques contra las escolares son en represalia por su papel en las manifestaciones. En los últimos meses, muchas de ellas colgaron videos en los que se quitan los velos y apoyan la protesta. Por otro lado, las medidas de amedrentamiento son similares a las usadas por los talibanes en Afganistán o el grupo islamista Boko Haram en Nigeria, países donde ir a estudiar está prohibido o es un riesgo.
Desde el Gobierno han indicado que investigarán los hechos, pero lo que en un principio pareció una decisión firme se ha ido diluyendo con el tiempo. El ministro del Interior, Agmad Vahidi, culpó a los enemigos de Irán y los medios de comunicación extranjeros por causar alarma pública.
Desde EE.UU. y la ONU, han mostrado su preocupación por esta forma de violencia contra las mujeres. Sin embargo, la voz urge ser más fuerte.
“A menor educación, menos independencia”
La magistrada peruana Sonia Chirinos, quien radica en España desde hace dos décadas, condena los ataques contra las niñas iraníes a la vez que resalta que es una afrenta en su búsqueda de independencia.
¿Qué motiva a una sociedad como Irán a atacar a sus mujeres?
Cualquier sociedad que se plantee dominar a sus mujeres haría lo mismo. Irán no es una excepción. Pasa en América, España, en los países nórdicos. Lo que ocurre es que el progreso ha determinado que desde hace mucho las mujeres tengamos casi las mismas oportunidades que los hombres para desarrollarnos, pero en sociedades como la iraní, donde rige el machismo en toda su plenitud, lo que se intenta es que las mujeres no accedan a los mismos niveles de educación.
¿Por qué atacar precisamente la educación?
A menor educación, menos posibilidades de independencia de las mujeres. Más conocimiento trae más educación. Y ese conocimiento lleva casi de forma imperativa a exigir igualdad. En ese sentido, no porque la sociedad iraní sea una sociedad teocrática es más machista que cualquier otra.
¿Por qué cree que las protestas a favor de mayores derechos para las mujeres, nacidas a propósito de la muerte de la joven Mahsa Amini, han perdido energía?
No creo que la lucha haya perdido eficacia, sino que ya no es motivo periodístico. Acaban de liberar a una chica española en Irán que estaba presa por participar en las manifestaciones. A pesar de que ha habido ejecuciones, a pesar de esa policía religiosa, las mujeres iraníes están demostrando ser muy valientes. Y también los hombres. Recordemos el gesto que tuvo el seleccionado iraní en el Mundial Qatar 2022. No es fácil, pero están haciendo todo lo posible para acabar con esa tiranía. Occidente también está ayudando, aunque sea poniendo en conocimiento todas las actitudes negativas en Irán.
VIDEO RECOMENDADO
PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
Imagen
Imagen
Imagen
PUBLICIDAD