Una prostituta relata lo que sucedió con los agentes de seguridad de Obama

Según relata The New York Times, el escándalo sexual estalló porque uno de los agentes del servicio secreto no quiso pagar lo acordado con su acompañante. “Quiero mi dinero, baby”, le dijo ella.

Redacción PERÚ21

Fecha Actualización

21/08/2019 - 21:57

Una de las prostitutas colombianas que pasó la noche con uno de los hombres de seguridad del presidente Barack Obama relató lo sucedido en Cartagena en los días previos a la llegada del mandatario estadounidense para Cumbre de las Américas.

"Le dije: 'Quiero mi dinero, 'baby'", narra la mujer de 24 años que no dio su nombre al diario The New York Times. "Nunca me dijeron que estuvieran con Obama", agrega, al señalar que prefiere ser considerada una escort o chica de compañía.

Según señala, ella y una amiga entablaron conversación con dos estadounidenses en un bar y estos acabaron invitándolas a sus habitaciones en el Hotel Caribe. Como cuenta el rotativo, había un problema de comunicación por el tema del idioma.

Sin embargo, cuenta la mujer, camino al hotel en un taxi pararon para comprar preservativos, y esta le dijo a su futuro cliente que a cambio de la noche que iban a pasar juntos debía hacerle "un regalo". Según relata ella misma al Times, le pidió US$800 por sus servicios y él aceptó.

A las 6.30 am del día siguiente, cuando la pareja fue despertada por la recepción del hotel, porque a esa hora todas las prostitutas deben de abandonar las instalaciones, el hombre de Obama le dio 50.000 pesos, unos US$30.

Siempre según la versión del rotativo neoyorquino, la mujer insistía en cobrar y el supuesto agente del servicio secreto la echó de la habitación insultándola. Entonces ella buscó la ayuda de una compañera que había pasado la noche con otro de los agentes, quien intentó reconducir la disputa para evitar el escándalo.

Este último hombre logró juntar unos US$225 y pagar a la prostituta, pero dos policías locales ya habían llegado al lugar y el escándalo había explotado.

La mujer descubrió días después que lo que había sucedido a mediados de la semana era una noticia mundial y que el hombre con el que pasó la noche trabajaba para el hombre más poderoso del mundo. "Tengo ataques de nervios. Lloro todo el rato", explica, tras señala que tiene miedo a represalias.

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