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Soldado estadounidense asesinó a 16 civiles afganos
Militar salió esta madrugada de su base en Kandahar y se dirigió al distrito de Panjwai, donde mató y quemó a niños, mujeres y ancianos.
Fecha Actualización
Unos 16 civiles afganos, entre ellos mujeres, niños y ancianos, murieron a manos de un soldado estadounidense que este domingo salió de madrugada de su base en la provincia de Kandahar, al sur de Afganistán, para llevar a cabo la matanza.
Varios periodistas de agencias internacionales de noticias, entre ellos de AP, ingresaron a las viviendas de las víctimas y vieron los cuerpos tirados en el piso. Algunos fueron quemados luego de recibir varios balazos por parte del militar norteamericano, quien también hirió a otras personas en el ataque.
"Cuando ocurrió, a la mitad de la noche, estábamos dentro de nuestras casas. Oí disparos y después silencio, y nuevamente disparos", indicó Abdul Baqi, un poblador del distrito de Panjwai, a la agencia AP.
El presidente afgano, Hamid Karzai, condenó y calificó la matanza de "imperdonable". El vocero de la OTAN, Justin Brockhoff, confirmó la detención del agresor e indicó que los heridos fueron evacuados a instalaciones médicas de la alianza atlántica.
REACCIONESEl comandante estadounidense de la ISAF, la fuerza internacional de la OTAN en Afganistán, general John Allen, prometió una "rápida investigación" en el caso.
En tanto, el general Adrian Bradshaw, comandante adjunto de dicho grupo, rechazó que la fuerza tuviese algo que ver con el crimen. "No puedo explicar las motivaciones tras esas acciones insensatas, pero en ningún caso eran autorizadas por la ISAF", agregó.
Estados Unidos, a través de su embajada en Kabul, envió condolencias a los familiares de los fallecidos. "Estamos tristes por este acto violento contra nuestros amigos afganos. Se entregará el mayor nivel de atención a los heridos", indicó en un comunicado, en el que "lamenta cualquier ataque de un miembro" de sus fuerzas armadas "contra civiles inocentes".
La situación, ya extremadamente tensa, podría agravarse y se esperan represalias. Seis militares estadounidenses murieron a manos de sus colegas afganos entre el 23 de febrero y el 1 de marzo, después de la incineración de ejemplares del Corán en la base militar estadounidense de Bagram y las muy violentas manifestaciones consecutivas, con un balance de 30 muertos y 200 heridos.
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