"Con la notoria ausencia de mandatarios y altas autoridades de otros países, salvo la de dos presidentes tan ilegítimos como Maduro, Daniel Ortega, de Nicaragua, y Miguel Díaz Canel, de Cuba, la ceremonia no tuvo el menor lustre. Ni siquiera países amigos o aliados del dictador como Rusia, China o Irán se tomaron la molestia de enviar representantes de alto nivel, pues prefirieron estar representados por funcionarios de segundo orden."