Nueve de cada 10 peruanos desaprueban el Gobierno de la presidenta Boluarte y del Congreso. Mínimo histórico de últimas cuatro décadas. En los sentimientos sobre la clase política, los peruanos no estamos polarizados. Estamos hartos, frustrados e indignados de que la mediocridad, populismo, mercantilismo y criminalidad haya penetrado la política. Debemos seguir alzando nuestra voz y contener el avance contrarreformista. A la vez, debemos aglutinar esfuerzos hacia 2026, el “superaño” electoral. En solo 18 meses, tendremos que elegir plancha presidencial, diputados y senadores; y unos meses después, gobernadores y alcaldes. El año 2026 se vislumbra como una ventana de oportunidad para al menos cambiar la trayectoria del país hacia una menos autoritaria y prodelincuencia y una más democrática y prodesarrollo.
En los últimos tiempos, se han comenzado a gestar una serie de iniciativas de diálogo regionales, acuerdos sectoriales y pactos acotados entre algunos miembros de la sociedad civil, la academia y el sector sindical y empresarial. Deberíamos todos elevar el sentido de urgencia, salir de nuestras trincheras y forjar puentes hacia un pacto cívico nacional de consensos mínimos a 2026. Podríamos tener un único objetivo común concreto: asegurar elecciones libres, limpias y transparentes en 2026, minimizando la probabilidad de que candidaturas radicales, populistas y delincuenciales se hagan del poder y maximizando la probabilidad de que candidaturas democráticas, sensatas e íntegras, independiente de su linea ideológica partidaria, sean gobierno y ganen curules.
Para ese fin, hay que identificar y mitigar todos los riesgos electorales que se avizoran en los próximos meses. Una tarea que la plural asamblea de Transparencia, en consulta también con otros actores, se ha dispuesto a hacer en este último trimestre del año. Además, hay que crear herramientas que faciliten ese objetivo. Hace un año se ideó CoGobierna, el laboratorio de innovación democrática impulsado por Transparencia. Esta semana estaremos lanzando su primera iniciativa, en consorcio con Empresarios por la Integridad, IDEA, IPYS y ProÉtica: Radar Tolerancia 0, una plataforma con data e inteligencia artificial para visibilizar las candidaturas no idóneas: violadores, corruptos, deudores de alimentos, vinculados a economías ilegales, etcétera. Será una herramienta ofrecida a los partidos políticos antes de sus elecciones primarias y también puesta a disposición de toda la ciudadana para promover hacktivismo cívico y un voto hiperinformado.
Nueve de 10 estamos indignados. Transformemos esa energía en acción colectiva en los múltiples frentes que requieren nuestra mente y alma para cambiarle la trayectoria a nuestro país.