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[Opinión] Richard Arce: “La conflictividad va a seguir escalando”
“Es uno de los congresos más mediocres, no les conmueve nada, ni las muertes de estas protestas”.
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Lo vengo diciendo en reiteradas columnas –inclusive en entrevistas televisivas– que si el Congreso no decide de una vez el adelanto de elecciones, la conflictividad social va a escalar a niveles indeseados, y que lamentablemente ya tiene manifestaciones que nos están llevando en este espiral de violencia que ahora detallaremos en esta columna.
Un sector importante del país pide la renuncia inmediata de la presidenta Boluarte –es una posibilidad real– como estrategia para contener la conflictividad, pero esto no es tanto así, más allá inclusive de los vericuetos legales que significaría la interpretación del artículo 115 de la Constitución. En realidad, sigo con la tesis de que esto generaría un peligroso vacío de poder o hasta anarquía, escenario que los violentistas y radicales están buscando.
Está comprobado que los congresistas no quieren irse y van a hacer lo imposible para quedarse, por eso alargan su agonía, esto es evidente. Lo más grave es que jamás se van a poner de acuerdo, y sería peor en un escenario en el que supuestamente en consenso harían la transición de poder.
Este es uno de los congresos más mediocres y nos han demostrado reiteradas veces que están cuidando sus quincenas y sus chanchullos, no les conmueve nada, ni las muertes de estas protestas. Entonces, una hipotética renuncia presidencial, entregaría el poder absoluto –Ejecutivo y Legislativo– a este Congreso despreciable y ya sabemos qué pasaría.
Así que, como ciudadano, ante el pedido de la presidenta, le sugerí que el Ejecutivo tenga un rol protagónico en presionar al Congreso. Se tenía que condicionar, si era posible con la renuncia, para facilitar el proceso de adelanto de elecciones, haciendo eco a lo que pide la calle: que se vayan todos. Pero no se hizo.
En la calle ya se está manifestando esta polarización y se están enfrentando entre peruanos. Primero fue en el Callao y ayer en Cusco y Pichanaqui. Esto tiene que parar, porque esa sería la siguiente fase de la conflictividad, peligrosa, por lo que podría representar en un espiral de violencia mayor.
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