- No puedo hallar ninguna explicación racional a que se coloque a un comunista tan incapaz como Narváez al mando de Petroperú, una empresa cuyo forado de miles de millones de dólares estremece nuestras finanzas públicas y que no tiene más solución que su cierre o venta, a que Dina Boluarte no debe tener un coeficiente intelectual superior (IQ) a los 90 puntos. Solamente un mandatario muy escaso de criterio y neuronas puede cometer un error así. Ergo, alguien así de limitado intelectualmente, tal como el casi subnormal Pedro Castillo, NO puede gobernarnos. Vamos ya a elecciones y a rogar nomás que el ‘electarado’ no nos imponga a otro igual o peor de fronterizo.
- Que el excongresista Urtecho es un pillo que merece la prisión es algo de lo que no me queda la menor duda, pero que por sus latrocinios le impongan una bárbara condena de 22 años (y a la esposa 28 años) me parece una salvajada que confirma mi creencia de que el Perú es un ‘país’ bárbaro. El tipo no ha matado tampoco a nadie (encima de que es un minusválido). Lo mismo con otros pillos, como Villarán, Toledo o Humala, a los que también les quieren imponer unas condenas desmesuradas. No he podido averiguar bien quién fue el político imbécil que logró que se sumen las condenas en lugar de que se cumpla la más alta, pero mucho me temo que eso no va a cambiar por tanta demagogia que existe en lo penal. Y hablando de barbaridades penales, muy buena la columna publicada ayer por Ricardo Uceda en EC, donde confirma lo que vengo diciendo desde hace rato, que el fiscal Pérez ha acusado por colusión a los pobres exfuncionarios Pasco Font y Bravo (donde se necesitan cómplices) para así imponerle una condena más dura a Toledo, algo que debió desestimar ese cobarde y/o inepto tribunal que les ha impuesto nueve años a ambos (una salvajada similar acaba de suceder con el exfuncionario del MEF Bringas y dos tecnócratas más, condenados injustamente como si haber seguido procesos burocráticos normales te convierta en cómplice de Montesinos).