(Opinión) Aldo Mariátegui: Todos calladitos por su delincuente

-¿Por qué esos que proyectaban la imagen de Merino en edificios no están haciendo ahora lo mismo con el delincuente de Castillo? ¿Dónde están los “Jóvenes del Bicentenario” y su madrina Noelia Chávez? ¿Por qué Alberto Vergara no suelta una de sus filípicas intelectualoides? ¿Dónde están los excongresistas Alberto de Belaunde y Daniel Olivares, otrora tan chillones? ¿Sagasti está vivo o se tragó su pañuelito? ¿Ya se pusieron las zapatillas Tatiana Astengo y Jacinto Díaz (Jason Day) para marchar contra la corrupción? ¿Mónica Sánchez lavará otra bandera?

No veo a Walter Albán, Diego García Sayán, Arbizu, Beto y Eduardo Adrianzén, Marcial Rubio, el IDL, la Coordinadora, Aprodeh, NAK, Pepi, Marcial, Salvador, Morgana, Salomón Lerner (el PUCP), Jorge Bruce, la Glave, la Huilca, Rocío SS, etc. salir a pedir la renuncia de este delincuente.

Tampoco han aparecido los comunicados de “notables”, encabezados por Max Hernández. Toda esta sarta de caviares y rojimios hipócritas callan y se quedan en sus casitas cuando el delincuente es su delincuente. ¡Sepulcros blanqueados! ¡Apestan!

-Mirko Lauer parecía la viuda de su camarada Humberto Campodónico en esa reciente columna –panegírico, mejor dicho– que escribió sobre ese autor intelectual del derroche colosal de la refinería de Talara. Lauer y Campodónico quieren presionar a Burneo para que el MEF cargue con ese muerto llamado Petroperú (que es la misma postura de Carlos Paredes en Gestión).

¡Fuiiiraa! Ya basta de seguir metiendo más dinero del contribuyente en ese eterno barril sin fondo. ¡Qué fácil es aconsejar así sobre dinero ajeno! No soy fan de Burneo, pero hace muy bien en negarse a soltar más dinero. Que Petroperú quiebre de una vez y que sus bonistas se jodan, que esos buitres bien sabían que la refinería era un disparate cuando adquirieron esos bonos de Petroperú para financiarla. El Estado peruano no ha dado ninguna garantía formal sobre esos bonos y el ministro que pretenda pagarlos debería ir directo a la cárcel.