Como ya saben, me gustan los ángulos distintos. Aquí van algunos puntos polémicos sobre nuestra recientemente celebrada independencia.
1) Fue prematura; le faltaron unos cien años más. No teníamos una burguesía lista, alfabetización mínima de masas, cuadros estatales, fronteras reales claramente delimitadas y unas comunicaciones internas eficientes como para pretender ser un país independiente.
2) El breve gobierno de San Martín fue bastante inepto y por eso muy impopular. Encima, el hombre vivía narcotizado por el opio. Su mano derecha, Monteagudo, abortó la posibilidad de tener un Estado en marcha al deportar a todo el funcionariado público español, además de crear una terrible crisis demográfica (se fueron unos nueve mil españoles sobre una Lima de 60 mil almas).
3) Bolívar era un sanguinario megalómano autoritario, con breves ataques de locura. Siempre se expresó mal de los peruanos, nos amputó Guayaquil y Bolivia, y entró en guerra con el Perú en 1830 cuando todavía dominaba a la Gran Colombia.
4) La larguísima guerra por la independencia devastó al Perú y lo hizo retroceder muchísimo. Bruno Seminario estima las pérdidas sufridas iguales o peores que las de la posterior guerra con Chile.
5) La gobernabilidad decayó. Nuestro siglo XIX está dominado por presidentes militares que eran “señores de la guerra”. El 80% de los virreyes fueron mejores gobernantes que el 80% de nuestros presidentes, porque no enviaban a cualquier idiota a gobernarnos.
6) ¿Era mejor ser cola de león o cabeza de ratón? ¿Ser parte de un imperio mundial respetado por las grandes potencias en lugar de una república periférica a merced de ingleses y yanquis, comerciar y viajar sin fronteras, usar una sola moneda y no tener nunca guerras fronterizas era tan malo?
7) La Constitución de Cádiz (1812), que fue hasta presidida por un peruano (Vicente Morales Duárez), solucionó todos los reclamos de los criollos. No era necesario ya independizarse en ese momento, sino cien años después. Tipo Canadá y Australia.