Bendito manual de estilo

Agosto de 2013: acaba de ser despedido Mosquera, Cristal, luego de un brillante título en 2012, acaba de perder 3-0 ante la ‘U’. Explicando la salida del DT, los dirigentes hablan de un manual de estilo. Instalan por primera vez en nuestro fútbol una idea que aborda la identidad de un club, exponen una propuesta, instalan un concepto que busca pertenencia, que trascienda a ellos mismos. Como todo lo que transgrede y rompe la monotonía, fue motivo de burla, el facilismo los condenó.

Pasaron los años y ya con estos dirigentes fuera del club, Cristal acaba de campeonar en el Torneo de Verano. Un título menor, un primer paso prometedor. El manual está lleno de conceptos futbolísticos y justo en eso está su dificultad. Hablar de fútbol, del juego, es algo complicado, algo que el comunicador común evita, porque lo desnuda.

Recuperar rápido la pelota, salir de atrás jugando a ras de piso, jugar más en campo rival que en el propio, atacar con velocidad y amplitud, ser contundentes. Propuesta ambiciosa y muchas veces difícil de alcanzar. Aun saliendo campeón en 2014 y 2016, Cristal estuvo lejos de jugar como el manual pedía.

El 2017 fue un año horrible, Del Solar y Zegarra, buenos técnicos peruanos, no pudieron llevar a la cancha lo que en la teoría funcionaba. Cristal en 2017 jugó muy mal. Terminó octavo, los creadores de la idea del estilo salieron del club, la dictadura del resultado pasaba factura.

Por suerte, el manual existe, cuando hubo que buscar entrenador, este ayudó a seducir a un DT exitoso como Mario Salas. A los técnicos serios los seducen más los proyectos que los retos en los que solo vale el resultado sin importar cómo. Salas y Cristal parecen el matrimonio ideal. El manual es todo lo que este Cristal traslada a la cancha. Recupera rápido, ataca con amplitud, velocidad y dinámica. Además, acertó con el ‘9’ y el central. Con lo que aseguró contundencia y salida limpia. Es el inicio del camino, pinta bien el año, gracias al bendito manual.