[Opinión] Camila Bozzo: ¿Gobernabilidad a la vista?

Castillo ha optado por continuar su sociedad con Cerrón, quizás por el riesgo que entraña enemistarse con la facción de la bancada que él controla o porque sus coincidencias ideológicas y programáticas pesan más (pecaríamos de condescendientes si victimizáramos a Castillo). Lo cierto es que la decisión de quedarse acuartelado en el flanco cerronista conducirá tarde o temprano a su autodestrucción. Cerrón no es el líder de masas que sus delirios le hacen suponer; es, más bien, una figura que concita un rechazo generalizado y que, además, está al filo de la prisión preventiva (junto con otros personajes del entorno presidencial). Persistir en la alianza con él solo deslegitimará aún más al gobierno y, además, arrastrará al país a la confrontación y agudizará la zozobra; en tanto, el gobierno continuará copando el Estado con personajes no idóneos pero afines al partido e insistirá en convocar a una Constituyente.

Es cierto que el otorgamiento de la confianza es una victoria inicial para Cerrón, Bellido y su entorno. Más aún porque el Congreso, impulsado por razones pragmáticas pero apelando a una retórica en pos de la “gobernabilidad”, avaló al cuestionado primer gabinete de Castillo con una votación particularmente alta (73 votos). Gracias a la votación mayoritaria de APP, AP y PP, Bellido pudo sortear con holgura la investidura; sin embargo, eso no significa que estas bancadas apostarán por la gobernabilidad y por el diálogo con el gobierno. Ya se escuchan voces desde distintas bancadas que exigen cambios en el gabinete y Bellido ha anticipado que presentarán cuestiones de confianza si el Congreso interpela a sus ministros. Además, el anhelo refundacional de Cerrón y sus huestes sigue incólume: a pesar de que Bellido omitió hacer referencia a la Constituyente en su discurso, este fin de semana Perú Libre inició el proceso de recolección de firmas. La confrontación entre poderes aún se avizora claramente en el horizonte y, en un entorno tan adverso (baja legitimidad, crisis económica, oposición férrea), el gobierno tiene todas las de perder.