[Opinión] Camila Bozzo: ¿Moderación a la vista?

Se comienzan a ver ciertas señales que sugieren que Castillo tomaría el derrotero de la moderación y el pragmatismo, y que se alejaría de la línea maximalista y radical de Cerrón. Sin embargo, son aún señales tímidas y están lejos de ofrecer certidumbre.

El fin de semana, en un mitin, Castillo le pidió a Julio Velarde que se mantenga como titular del Banco Central de Reserva y el lunes lo llamó para reiterarle el pedido. Este mensaje es positivo e indicaría que en su gobierno le daría continuidad a la política monetaria responsable de los últimos años.

Pero, por otro lado, insiste en convocar a una Asamblea Constituyente a pesar de que Francke ha dicho que no se necesita cambiar el capítulo económico de la Constitución para implementar sus propuestas. Difícil creer que el objetivo de redactar una nueva Constitución es, como lo dijo el sábado en una reunión de gobernadores regionales, declarar a la salud y la educación como derechos fundamentales. Más aún si el Tribunal Constitucional ha dicho en reiteradas sentencias que ambos sí constituyen derechos fundamentales, así no estén en el artículo 2. Insistir en la Constituyente es enrumbar al país por la senda de la zozobra y el entrampamiento e implica, además, contravenir la voluntad de la mayoría de peruanos (el 63% cree que deben hacerse solo algunos cambios a la Constitución y el 14% ninguno, según la última encuesta de Datum). Además, en el mitin del fin de semana dijo que les “abrirá las puertas a las grandes inversiones”; sin embargo, insiste en darle un trato diferenciado a la inversión nacional y extranjera.

Castillo ha sido errático y serpenteante a lo largo de toda la campaña, pero, ahora que está en el umbral de Palacio, es necesario que sea claro y ponga coto a la incertidumbre en la que está sumergido el país.