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[Opinión] Mónica Delta: Castillo demolido
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Si en la primera entrevista que concedió Pedro Castillo a Hildebrandt fue revelado en sus falencias intelectuales e incapacidades para definir un norte para el país, en la confrontación con el periodista Fernando del Rincón, de CNN, fue destruido sin contemplaciones. Imaginamos que en Palacio deben estar como locos tratando de hacer control de daños, y quienes le aconsejaron y le hicieron la “inducción” al alumno, que dice que está aprendiendo con el Perú, están saliendo por la puerta trasera “silbando y aplaudiendo” porque el estudiante-presidente, está recontra jalado.
Sin embargo, más allá de lo vergonzoso de las respuestas, o de la falta de ellas, lo más importante es cuánto le está costando a todos los peruanos, en oportunidades de empleo, crecimiento, meritocracia y estabilidad, la falta de idoneidad de Castillo en la conducción y liderazgo del gobierno. El pueblo no merece que en su nombre se cometan tantos errores, que se digan tantos dislates. El pueblo peruano merece que sean convocados los mejores, que los hay, para evitar que se siga deteriorando la calidad de vida de millones de compatriotas.
Castillo apela a la negación, a la autocompasión, a su origen y condición de profesor rural para que se “le permita” equivocarse, una y otra vez. Ya pasaron seis meses con la misma cantaleta y ya envejeció la excusa. Lo que debe hacer un presidente, de cualquier ideología, es estar preparado para darle al país una sensación de seguridad. Hoy no estamos seguros, ni siquiera, de que Pedro Castillo entienda lo que es defender la soberanía nacional. ¿Cómo puede responder que una eventual salida al mar para Bolivia por territorio peruano dependerá de lo “que diga el pueblo”? ¿No es consciente de a qué está obligado constitucionalmente un jefe de Estado? ¿Para eso quiere cambiar la Constitución? Lo único que ha contestado con claridad hasta ahora Pedro Castillo es que no está preparado para gobernar, y que como alumno (nada aplicado) piensa que el país puede seguir siendo un ensayo de prueba-error porque “es del pueblo”.
La pregunta es: ¿cuánto le seguirá costando a los peruanos que su presidente “aprenda” a su ritmo? Definitivamente el pueblo peruano tiene derecho a algo mejor.
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