¿Celebrar?

Por otro lado, estamos quienes hemos podido, tal vez por suerte, superar la enfermedad o los que se han protegido para no contagiarse y eso merece un agradecimiento a la vida. En un país que no tenía ni la infraestructura ni la capacidad para hacer frente a la pandemia, poco a poco, aunque sea, comienza la vacunación y la esperanza. Momento también para meditar qué vamos a hacer con esa vida que hoy debemos apreciar como un regalo valioso, en un país que, hasta hoy, aunque imperfecta, vive en democracia y donde se respeta la libertad de expresión. Donde lo mucho que hay por reparar es un reto que bien podría despertar nuestro entusiasmo.

Seguimos ignorando cuál será el resultado electoral; pero sabemos bastante bien hacia dónde irá cada uno de los candidatos. Ninguno es perfecto, pero hay grandes diferencias entre las posibilidades que cada cual tiene para que se genere riqueza y que esta se puede repartir. Para eso, el Perú tiene que atraer dinero de fuera; no es suficiente con lo que tiene ahora. Debe seguir generando confianza y, durante estos días la está perdiendo ante la posibilidad de una victoria de Castillo, y eso ya impactó en el precio del dólar y de muchos productos, incluso medicinas y alimentos. Sin nuevas inversiones, sin más producción, viene luego la escasez y el mercado negro.

Los venezolanos no han migrado porque les iba bien en Venezuela. Lo han hecho para sobrevivir. Que no nos ocurra lo mismo.