[OPINIÓN] Aldo Mariátegui: “Un día infausto”

-Un día como hoy la ligereza de un pueblo ante la posibilidad de una guerra y la insensatez de Mariano Ignacio Prado nos embarcaron en la contienda con Chile, un largo conflicto bélico que deshizo a nuestro endeble país. En lugar de declararnos neutrales (como podíamos y como correspondía), nos comimos un pleito ajeno, encima con un “aliado” que en cuanto pudo abandonó la contienda (aunque Piérola y Campero quisieron constituir “los Estados Unidos de Perú-Bolivia” o “la República Federal de los Incas” en junio de 1880. Sus ciudadanos pasaban a llamarse “incas” y la bandera era trece bandas horizontales, púrpuras y doradas). Encima, el Perú venía debilitado por un fuerte fenómeno de El Niño, asolado por la crisis económica y golpeado por la inestabilidad política interna (habían asesinado hacía poco al expresidente Manuel Pardo a las puertas del Congreso). Esa guerra debió acabar tras el fin total de nuestra defensa marítima en Angamos y la virtual extinción del ejército profesional (si a ese desastre de fuerza armada terrestre se le podía llamar así) en el Alto de la Alianza (la posterior toma del morro de Arica fue un incidente bélico menor). Perú debió aceptar la realidad y rendirse en las conversaciones de paz en el buque yanqui Lackawanna en octubre de 1880. Fue una necedad masoquista eso de continuar con tres años más (hasta octubre de 1883) de una guerra que devastó totalmente a casi todo el Perú. Los chilenos ocuparon y saquearon Lima y hasta se pasearon por sitios tan lejanos entonces como Puno y Cajamarca. Nos hubiéramos ahorrado mucha sangre, dolor y lágrimas de haber sido más realistas y aceptar que tras la toma de Arica ya no había nada que hacer.

PD: ¿Acaso los que tanto ahora indagan y reclaman por la maestría de la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, actuaron igual con la extraña y veloz maestría con la que el vocal supremo César San Martín obtuvo el mismo grado en una generosa universidad arequipeña?