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La injusticia (vial)
“Las labores de fiscalización se quedan cortas y no tienen capacidad de exigir a los transportistas que brinden un servicio de calidad”.
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Luego de tantos audios y movidas en el sector justicia, parece que los peruanos estamos viviendo un thriller que, como buena serie en Netflix, nos entrega los desenlaces por capítulos. Al mismo tiempo, otra historia continúa en las calles de la ciudad, en la que además de ser protagonistas, somos víctimas. La Municipalidad Metropolitana de Lima acaba de lanzar el nuevo capítulo de esta historia de terror: la ampliación del permiso de todas las empresas de transporte por 18 meses. Esto no tendría nada de malo de no ser porque no se siente ni un mínimo avance en la reforma del transporte y, además, porque muchas son grandes infractoras de las reglas de tránsito y, cada día, ponen en riesgo nuestras vidas.
Fue la Gerencia de Transporte Urbano la que emitió la Resolución No. 091-2018, en la cual amplía el permiso de las 339 empresas de transporte, cuyas 15,369 unidades circulan por las calles de la ciudad. Además de transportar pasajeros, muchas de estas unidades adeudan millones de soles en multas, tienen órdenes de captura, son manejadas por choferes con historial de infracciones graves y, como consecuencia de los accidentes causados, han herido y matado a muchas personas. Sin embargo, las labores de fiscalización se quedan cortas y no tienen capacidad de exigir a los transportistas que brinden un servicio de calidad. Pareciera que a la autoridad no le importan las condiciones precarias en las que las personas se transportan cada día.
Es importante notar que no se trata de desaparecer el transporte público de pasajeros tradicional, puesto que atiende la mayoría de los viajes en Lima. De hecho, según la última encuesta de Lima Cómo Vamos, el 66% de los encuestados utiliza bus o coaster para ir a su trabajo o centro de estudio. Esto significa que el sistema de transporte de la ciudad incluye los medios masivos como el Metro de Lima y el Metropolitano, así como las rutas tradicionales que complementan estos modos, pero que cubren la mayor cantidad del territorio. Por supuesto, la necesidad de estas rutas no implica que sigamos aceptando la mala calidad que nos ofrecen al día de hoy.
Por ello, la reforma del transporte es el camino correcto y eso implica continuar con la asignación de corredores exclusivos, retirando las rutas superpuestas y que compiten con el nuevo sistema. Y esto es precisamente lo que la Municipalidad Metropolitana de Lima no está haciendo. ¿Querrá dejar esta tarea a su sucesor? ¿O hay algo peor? En un contexto de destapes, los audios filtrados que involucran a empresas vinculadas al sector transporte podrían traer más sorpresas. Estaremos esperando el próximo capítulo.
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