En medio de la más reciente y fuerte ola de calor que azota Lima, una noticia no solo preocupante, sino también exasperante ha tomado protagonismo: diversos gobiernos municipales están talando y podando árboles. Es difícil concebir cómo, en tiempos en que el cambio climático ya no es una mera predicción, sino una realidad ineludible, algunos alcaldes puedan tomar medidas tan contraproducentes, carentes de cualquier criterio técnico y, sobre todo, de sentido común.