[OPINIÓN] Mariana Alegre: “Sobre la seguridad y las apps”

Sin embargo, este último proyecto me parece peligroso, pues algunas de las propuestas podrían perjudicar a los usuarios de este modo de transporte. En primer lugar, es importante resaltar que en los viajes por app ocurren sucesos que atentan contra la seguridad personal, la integridad y el patrimonio. Son casos que se reportan en noticias y redes sociales y, por supuesto, es necesario tomar medidas para que nunca más nadie sea víctima de delincuentes haciéndose pasar por conductores.

No obstante, no es cierto que en este tipo de viajes ocurra la mayor cantidad de incidentes delictivos, como ha insinuado la ATU, pues, para empezar, el porcentaje de viajes de personas que usan los aplicativos es bastante menor. Según nuestra encuesta Lima Cómo Vamos 2022, solo el 1.9% de viajes para ir a trabajar y el 1.8% de viajes para ir a estudiar se realizan en esta modalidad.

Y cuando se consulta por todos los medios que usan para ir a trabajar o estudiar (multimodalidad), el 4.6% se mueve en taxi por aplicación, porcentaje equivalente a los que se mueven por Metropolitano y Metro de Lima. Lo que sí es cierto es que la trazabilidad en las apps hace que sea mucho más fácil denunciar e identificar a quienes son agresores y eso permite una mayor visibilidad de los sucesos en comparación con los que ocurren en otros medios de transporte.

Lo que a mí me preocupa es que las medidas que se quieran implementar acaben disuadiendo a los conductores de afiliarse a las apps y, por ende, la oferta del servicio decaiga. Esto es particularmente importante, pues de todos los medios de transporte, en los viajes por app la seguridad es el aspecto mejor valorado por sus usuarios en comparación con otros medios de transporte, con un 20.9%, versus el 4.1% que reconoce este atributo en los buses, cústers y combis y un 5.5% en el Metro de Lima, 6.2% en el taxi tradicional y apenas más de 7.5% en los corredores y el Metropolitano.

Además, los viajes por app son usados por más del doble de mujeres que hombres, siendo este otro factor que demuestra la valoración de seguridad que tiene y se usa más para viajes de recreación, trámites y asuntos médicos que para trabajo o estudio. Ojo, no estoy diciendo que no deben establecerse exigencias de seguridad; al contrario, estas son bienvenidas, pero deben ser soluciones que permitan que los pasajeros y, principalmente, pasajeras puedan seguir accediendo al servicio.