El Perú tiene una creciente fragmentación política. Las reglas electorales pueden contribuir con un mecanismo como la barrera legal, estableciendo un porcentaje de votos para la asignación de escaños. El efecto es reducir el número de partidos que acceden al Congreso y con ello favorecer la gobernabilidad, facilitando la toma de decisiones. Ello, sin embargo, no debe afectar la representación, lo cual implica un ejercicio de ponderación entre ambos objetivos, tarea de la ingeniería institucional. Contribuyendo con esta tarea, el viernes pasado, el Congreso de la República, Idea Internacional, la Unión Europea y ParlAmericas con el auspicio de Perú21, organizaron el Primer Encuentro de Voceros Parlamentarios, Congresistas y Asesores, Reforma Política y Electoral para un Parlamento Bicameral. Un grupo de expertos pusieron énfasis en los problemas que deben afrontarse respecto del financiamiento político y la representación política, así como sobre experiencias del bicameralismo a nivel comparado. Respecto del financiamiento político, hay muchas voces a favor de aprobar el financiamiento de personas jurídicas poniendo énfasis en la transparencia y el control.
Frente al número creciente de partidos políticos que competirían en las próximas elecciones —37 a la fecha—, se comentó la propuesta de la Comisión de Constitución y Reglamento de establecer una barrera electoral. La regla propuesta exige haber alcanzado en cada cámara al menos el 5% del número legal de miembros y al menos el 5% de los votos válidos en cada una. Fernando Tuesta propuso que el umbral del 5% se aplique alternativamente a los votos válidos en la elección o respecto de los escaños obtenidos. Asimismo, que se aplique a partidos o alianzas electorales, independientemente del número de partidos que integren la alianza. Facundo Cruz consideró más apropiado aplicar la barrera electoral desde los votos que el doble criterio propuesto por la comisión. Así, accederían al Congreso los partidos que cuenten con un porcentaje de votos a nivel nacional, aunque podría aplicarse también una barrera regional. Alternativamente, sugirió mantener la barrera mayor para las alianzas, práctica frecuente en Europa oriental.
A nivel comparado encontramos distintas regulaciones. México y Colombia aplican para el Senado una barrera legal de 2%. En la Cámara de Diputados en México se aplica 3% del total de votos para las circunscripciones plurinominales. Como siempre, las decisiones que se tomen deben partir del objetivo de cualquier reforma. La ingeniería institucional no debe quedarse en las normas electorales, por lo que al abordar el tema de la fragmentación política es necesario pensar en desincentivar la que ocurre durante el periodo parlamentario.
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