Desde el encuentro rebota en mi mente la afirmación que dice que el coraje de ser utópicos sería la llave que hace que los socialistas derroten a los liberales. Los sueños sociales vencen en este mundo y, de hecho, ha sido así muchas veces. Sin embargo, a contrapelo, porque ello es reduccionista, se puede arrebatar corazones y compromisos con discursos auténticos y maduros. Lo demostró Milei, quien, sin concesiones a ilusiones vanas ni venta de humo, derrotó a los socialistas. En efecto, la gente, incluidos los jóvenes, valoramos ser tratados como adultos, con los alcances y rigores de la realidad.