El prófugo menos buscado (y mejor transportado) ya dio su visto bueno. En un tuit que ha sido noticia, por lo insólito, el prófugo por el cual se ofrece medio millón de soles opina que el ministro del Interior ya cumplió su ciclo y su misión (¿o sumisión?). Palacio de Gobierno califica como “reservado” el viaje del llamado 'cofre' hacia el sur, con destino que se especula sea el aeropuerto de Pisco. ¿Será esa la misión cumplida? Porque en control de la delincuencia no parece haberse avanzado nada. ¿Qué secreto de Estado podría requerir que el auto que transporta regularmente a la presidenta vaya por la noche en esa extraña ruta?
¿Cómo así un prófugo declara sobre el cumplimiento o no de quien debería liderar su captura? ¿Para qué declara algo así? ¿Qué mensaje quiere reforzar? ¿Es solo ego de quien se cree un revolucionario —extorsionador de taxis de Junín— que se une a los dictadores como Maduro y Ortega? ¿Qué gana haciendo tan visible que puede opinar sobre lo que solo le compete a la presidenta, según la Constitución? ¿A quién quiere debilitar y/o fortalecer?
‘Chibolín’ sí ha sido capturado. No son menores los delitos que se presumen en su caso, pero sí es evidente que el elemento farandulero prenderá más en sectores populares que el aburrido Cerrón. Lo que da que pensar es que la fama de ‘Chibolín’ de estar metido en cosas turbias no es nueva, como han recordado diversos medios. Nada menos que apoderado de ‘Vaticano’. ¿Qué hace que este caso reviente justo en este momento? ¿Es coincidencia?
Tenemos circo garantizado para rato. Pero la receta romana incluía también pan, y en eso el gobierno no acierta una. No solo con las declaraciones indignantes del ministro de Agricultura, ¿qué sentirán quienes sí pasan hambre?, sino con el rosario de equivocaciones respecto a los incendios forestales.
No se entiende qué impedimento había para la declaratoria de emergencia ni para el pedido de ayuda internacional. No hay equipamiento suficiente para atender el problema. ¿Qué buscaban? ¿Qué objetivo podría justificar no reaccionar o decir que todo está bajo control cuando claramente no lo está? ¿Están ya dentro del espiral de la autojustificación?
¿Qué sentido tiene que la presidenta dirija un discurso a la nación que se centra en el permiso para su viaje y no toca el tema de los incendios? Con la aprobación que tiene, no es consciente de que su viaje va a ser visto como algo innecesario cuando puede ir el canciller. La verdad es que su participación en eventos internacionales anteriormente no ha sido particularmente favorable. Desde Nueva York fue que declaró el primer estado de emergencia por temas de inseguridad ciudadana, que no sirvieron para nada y transmitieron urbi et orbi que Lima era peligrosa para los turistas. No se escapó de repetir actitudes poco amistosas con la prensa.
Con un ministro del Interior que ha sido abogado de narcos, incluyendo el que está en proceso de extradición hoy, el riesgo de papelones no es menor. Creería que Cancillería tiene más oficio para manejar cualquier tema de Naciones Unidas. Lo que habría que lograr es que el Congreso consiga que la interpelación devenga en censura. No se puede validar estándares claramente inaceptables, deteriora la institucionalidad hacia futuro. No se podría poner un abogado de contrabandistas en Aduanas ni uno de mineros ilegales en Minem ni en la presidencia del Congreso. Diluir principios es algo que al final trae consecuencias.
De aprobarse la censura, no es que va a venir un gran ministro, pero no se puede tener de ministro a quien hemos escuchado en audios que ya han sido validados. La propia presidenta, si no tuviera algún impedimento por conocer, debería estar molesta por la manera en que el ministro se expresa, pero le regala abrazos efusivos. Esa historia está incompleta, por supuesto.
El trabajo para lograr recobrar cierta institucionalidad va a ser cada vez más complejo. No hay peor combinación que la pretensión de estar haciendo un gran papel y la performance de un papelón.