-La elección de Trump abre una serie de interrogantes sobre cómo evolucionarán nuestras relaciones con EE.UU. o su impacto en la política interna. Sobre lo primero me vienen las dos preguntas siguientes: ¿La presencia china en el estratégico puerto de Chancay complicará mucho las relaciones del Perú con los EE.UU. del antichino Trump? ¿Respetará Trump el TLC con Perú o nos obligará a renegociarlo? Sobre la política interna. Está claro que la elección de Trump y ese Senado de mayoría republicana no solo facilita enormemente que se apruebe la ley de ONG que está paralizada en el Congreso peruano, sino que se abre la posibilidad de que Perú desde enero entrante abandone tranquilamente la Corte IDH sin tener que sufrir ninguna represalia o presión por parte de Washington. Es más, ese retiro podría coordinarse con la Argentina de Milei. Me imagino que el canciller que se atreva a hacer eso no podría provenir de las canteras de Torre Tagle. Podría convocarse entonces a Tudela o a MacKay u otros independientes (o tal vez diplomáticos retirados) para que ejecuten ese proceso. A la misma Dina Boluarte le conviene muchísimo dar ese paso para así evitar que las ONG locales la persigan eternamente, junto a militares y policías.
-Parece que Reagan tuvo razón o fue un oráculo cuando décadas atrás aseveró que: “Los hispanos son republicanos, pero aún no lo saben”. Reagan se refería a que los valores de los hispanos estaban mucho más cercanos a los de los republicanos que a los de los demócratas (y eso que Reagan no conoció las actuales corrientes “woke”, “trans”, “enfoque de género y “feminazis”). Es impresionante como en estas elecciones ha subido el voto de los hispanos a favor del partido rojo del elefante, a pocos puntos de los demócratas, quienes tenían a este voto como casi cautivo. ¿Será este un fenómeno permanente? ¿Habrá más voto hispano republicano que demócrata en el futuro? ¿O es solo circunstancial, por el populismo de Trump?