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El debate sobre el voto voluntario
“Sería muy importante ver cuáles son las circunstancias en las que hay mayor ausentismo y cruzar información con otros datos, como edades, lugares y mapa de pobreza...”.
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Por: Milagros Campos
En el debate de las reformas políticas, uno de los temas recurrentes es el del voto voluntario. ¿Debe mantenerse la tradición constitucional del voto obligatorio? ¿Por qué cambiar? ¿Cuáles serían los efectos? No es un tema fácil, pues hay buenas razones en una y otra posición. Como en todas las reformas, hay que partir de un diagnóstico y establecer los objetivos antes del debate en el que se justifique el cambio.
En el debate de las reformas políticas, uno de los temas recurrentes es el del voto voluntario. ¿Debe mantenerse la tradición constitucional del voto obligatorio? ¿Por qué cambiar? ¿Cuáles serían los efectos? No es un tema fácil, pues hay buenas razones en una y otra posición. Como en todas las reformas, hay que partir de un diagnóstico y establecer los objetivos antes del debate en el que se justifique el cambio.
A nivel comparado, el Perú tiene la más alta participación electoral en la región. Esta se reduce en más de 30% en los países en los que el voto es voluntario (Barómetro de las Américas). En 2016, el ausentismo a nivel nacional fue de 17%. Las circunscripciones con mayor abstención fueron Loreto 30%, Amazonas 28% y Huancavelica 27%. El menor ausentismo se registró en Ica, Lima y Moquegua. La participación se reduce en los grupos de 18 a 25 años.
En el Perú, votar es un deber y un derecho. No asistir a votar sin causa justificada importa pagar una multa. Las multas son de 83, 41.5 y 20 soles, se diferencian por la ubicación del domicilio del elector, en distritos no pobres, pobres o de pobreza extrema. Las sanciones civiles continúan mientras no se pague la multa.
Las razones más convincentes para que el voto sea voluntario responden a la naturaleza del derecho y a la libertad negativa, si puedo ejercer el derecho, también puedo no hacerlo. La tendencia en el mundo es el voto voluntario, los que mantienen el voto obligatorio son hoy una excepción en Europa y América Latina.
El apoyo ciudadano es otro elemento a tener en cuenta: un 78% de peruanos estaría de acuerdo con el voto voluntario (Ipsos, mayo 2018). Con el voto voluntario, el trabajo de los partidos es más intenso, pues deben persuadir a los ciudadanos a salir a votar, no solo hacerlo por su partido.
En el análisis sería muy importante ver cuáles son las circunscripciones en las que hay mayor ausentismo y cruzar información con otros datos como edades, lugares y mapa de pobreza e índices de desarrollo humano, con ello se puede proyectar quiénes no votarían.
La comisión para la reforma política analizó la posibilidad de optar por el voto voluntario y la desestimó. Entre las razones que fundamentaron la decisión están las siguientes: a nivel comparado, está demostrado que el voto voluntario reduce sustantivamente la participación electoral. Los más propensos a dejar de ir a votar son los ciudadanos más pobres, menos educados, así como los más desafectos con el sistema político. El voto obligatorio permite que la política sea una vía para solucionar los problemas a través de la representación política.
En particular, debe analizarse el posible impacto sobre la participación electoral.
Por ello, antes que alejar más a los peruanos de la democracia representativa, se considera necesario adoptar medidas adicionales para facilitar el sufragio de la ciudadanía y su reconexión con el sistema representativo.
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