El sentimiento negativo que experimentaron los mercados financieros a inicios de agosto se viene disipando, lo que refleja que su comportamiento es en buena medida ciclotímico, es decir, oscilante entre el pánico y la euforia, que, en la medida en que no estén sustentados por fundamentos, permiten descubrir interesantes oportunidades de inversión.
Cuando las personas vemos que el precio de un activo cae, nos preocupamos y pensamos que siempre va a caer, y viceversa cuando sube; es decir, tenemos el sesgo a pensar linealmente. Sin embargo, no es así. El comportamiento de los mercados —y de nuestros pensamientos y emociones— es fractal; es decir, oscila en forma de zigzag, formando patrones de comportamiento.
Un ejemplo de ello es el pasado lunes 5 de agosto, cuando las bolsas mundiales registraron su mayor caída diaria en 35 años. Para entender este movimiento, es necesario algo de contexto: las bolsas registraron récords históricos hasta la primera quincena de julio, cuando empezó un proceso correctivo con una caída de 20% en el índice tecnológico. El sentimiento negativo se amplificó con algunos datos del mercado laboral de EE.UU. que despertaron temores respecto de una desaceleración económica más brusca que la prevista, a lo que se añadieron los efectos de una política monetaria divergente en Japón y preocupaciones sobre China. La evolución posterior del mercado confirma que esos temores fueron exagerados.
La economía de EE.UU. no atraviesa un proceso recesivo actualmente. Los datos están acordes a un escenario de “aterrizaje suave”, ya previsto desde inicios de año. EE.UU. viene creciendo a un ritmo de 3.1% hasta el segundo trimestre y Scotiabank prevé un crecimiento de 2.4% para este año y de 1.8% para el próximo (esa es la desaceleración esperada). Si bien la creación de empleo se ha debilitado, la demanda continúa firme, con datos de ventas retail creciendo mejor de lo esperado, mientras que la inflación desacelera, permitiendo la recuperación progresiva del poder adquisitivo y brindando espacio para que la Reserva Federal inicie su ciclo de recorte de tasas de interés a partir de septiembre.
El escenario de “aterrizaje suave” brinda soporte para un buen desempeño de acciones y bonos, lo que favorece las inversiones. Esta oportunidad ya se refleja, por ejemplo, en un mayor apetito de los inversores peruanos en el sistema de fondos mutuos, tanto de renta variable como de renta fija, siendo siempre lo más aconsejable recurrir a la asesoría profesional, pues hará que nuestras inversiones sean más estratégicas.
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