Diethell Columbus: La crisis como estilo de gobierno [OPINIÓN]

Cuando todos pensábamos que la guerra tuitera entre las facciones del fujimorismo se convertiría en la noticia de la semana; llegó de la mano de la ministra Pérez Tello un nuevo capítulo en el libro de las acostumbradas torpezas políticas de este gobierno.

En primer lugar, mentir respecto a la supuesta renuncia de Julia Príncipe expone de mala manera el accionar de la ministra y del Gobierno y, si a ello le sumamos la falta de tino al notificar televisivamente el despido de la procuradora ad hoc, Katherine Ampuero, tenemos todos los ingredientes para una nueva crisis política que el Gobierno deberá afrontar y que el fujimorismo y las demás fuerzas de oposición sabrán capitalizar muy bien.

Mientras que la ministra Pérez Tello y el oficialismo se desgañitan explicando que el motivo del despido de ambas abogadas fue que no se quiso aplicar el Decreto de Urgencia 003-2017 y que ello ha generado un perjuicio potencial al Estado (argumento demasiado denso); la narrativa de Príncipe y Ampuero resulta más digerible para la audiencia: 1) La ministra mintió con la supuesta renuncia de Príncipe. 2) El presidente Kuczynski y el premier Zavala están incómodos con el trabajo de Ampuero desde que esta pidió que el Ministerio Público incluya al jefe de Estado como investigado en el caso Odebrecht y, 3) El Gobierno no tiene la real intención de combatir la corrupción.

Al margen de los errores políticos cometidos, cabe señalar que el accionar del Gobierno no ha sido para nada irregular o arbitrario; empero, después del escándalo de Chinchero que dejó una sombra de duda respecto de la transparencia con la que actúan, ¿cuál de los dos argumentos creen que resulte más creíble para el ciudadano de a pie?

Finalmente y ante la pasmosa actitud del Gobierno, al presidente Kuczynski le quedan dos opciones: 1) realiza cambios en el gabinete o, 2) le pide prestados sus asesores a Kenji.