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Dosis contra el pesimismo
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Al cerrar el 2020 no teníamos ni una vacuna, seis semanas después, según el último reporte de The Economist, somos el país de América Latina con la mayor cantidad de dosis confirmadas por habitante. El contrato con Sinopharm es por 38 millones, de las que ya llegaron 1 millón. A ese total sumemos las casi aseguradas de AstraZeneca y Pfizer con las que se llegará a 48 millones de vacunas este año.
Esa provisión de vacunas impensada un par de meses atrás viene acompañada de un ritmo de vacunación espectacular. Ayer había más de 71 mil profesionales de la salud vacunados en las 25 regiones del país. Solo en los primeros 3 días, Perú inyectó más vacunas que lo que Francia en sus primeros 10. Estamos vacunando simultáneamente en 654 establecimientos. Además, ya vamos vacunando más que Ecuador y Bolivia juntos. Es verdad que proporcionalmente aún es poco, pero es infinitamente mayor a lo que hasta el más optimista hubiese esperado el 1 de enero. Ya no es tan descabellado pensar que es posible vacunar a 10 millones de peruanos antes de 28 de julio.
El millón de vacunas de Sinopharm que ya está en suelo peruano permitirá inmunizar en las siguientes semanas a 500 mil profesionales que trabajan en la primera línea del sistema de salud, la policía o los bomberos. Que esto sea una realidad en marcha es, en sí mismo, una noticia que ni el más pinchaglobos podrá contaminar, aún desplegando su mayor esfuerzo, como lo vienen intentando quienes entienden la política como el arte del boicot.
Es innegable que han existido problemas de focalización y filtraciones, donde gente que necesitaba ser vacunada no ha sido considerada. Hay denuncias serias que deben ser atendidas por el Minsa, que, además, debe ingresar en modo “mejora constante”, corrigiendo y preparándose para una vacunación a mayor escala y más veloz todo el 2021. Una dosis de optimismo siempre refresca. Buena semana.
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