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La dudosa procedencia
Cuando un reportero de TV dice que las fuerzas del orden redujeron a los malhechores no puedo evitar imaginarme a unos malhechores de cinco centímetros de altura.
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Beto Ortiz,Pandemoniobortiz@peru21.com
Eso, por supuesto, me tranquiliza sobre todo cuando no hablamos solamente de los infaltables amigos de lo ajeno sino de avezados facinerosos que, como se sabe, siempre van armados hasta los dientes. Y con armas de grueso calibre, claro está. Vaya usted a saber cómo harán las fuerzas del desorden para sujetarlas con los dientes, salirse con la suya y poner pies en polvorosa al promediar el mediodía. (¿Y con qué otra cifra se promedia el mediodía?) Mientras no se demuestre lo contrario, todos somos ciudadanos de a pie pero –ojo– si vives en Huaycán eres vecino o poblador, si vives en San Isidro eres residente. Si estás en una discoteca exclusiva eres socio y si estás en una cantina, parroquiano. Si un padre abusa de su hijo y lo mata es un monstruo –y no puedes evitar imaginarte a Godzilla– pero si una madre abusa de su hijo y lo mata no es una monstrua, es apenas la desnaturalizada mujer. Si un hombre heterosexual es degollado por celos, la noticia será hombre degollado por celos. Si un hombre homosexual es degollado por celos, la noticia será homosexual degollado por celos. En ambos casos y en todos los demás: la víctima (que lamentar) era trabajador, vecino ejemplar, buen hijo y el único sustento de su familia, razón por la que sus consternados deudos clamaron justicia. El informe deberá incluir fotos de cuando nada hacía presagiar el trágico final que el destino le tenía reservado. Un caballero sospechoso no es un caballero, es un individuo o un sujeto. Una dama sospechosa, por su parte, es una fémina. (¡Ay de aquel que se cruce en su camino con una!). Lo único bueno de que un vendedor de telas sea asesinado es que, en los tabloides, será ungido póstumamente como El rey de las telas.
Si sales con frecuencia en la tele, todo lo que tengas qué decir serán meros temas mediáticos, motivo por el cual serás expeditivamente descalificado como personaje mediático pero quizá, con un poco de suerte, algún día llegues a ser un personaje emblemático. Tampoco es tan difícil; de un tiempo a esta parte, prácticamente todo –desde Margaret Thatcher hasta el pisco sour– todo es emblemático aunque nunca sepamos emblemático de qué. (Señor Mick Jagger, señora Susan Sarandon, una consultita… ¿ya probaron el pisco sour?). Nota para practicantes: Si tienen que decir pisco sour varias veces en el mismo texto y no quieren repetir cóctel emblemático también pueden referirse a él como nuestro cóctel bandera. Nuestro plato bandera, nuestro chef bandera, nuestra lavandera bandera y así. Las lluvias –para nosotros, los prenseros – nunca son lluvias, son precipitaciones pluviales, aguaceros o chubascos. El sol es el astro rey, Lima es el damero de Pizarro, un alcalde es burgomaestre, un obispo es purpurado, un presidente es un dignatario, un presidente nuevo es un flamante dignatario y otro presidente es su homólogo. El árbitro es el hombre de negro, el galeno es el hombre de blanco y el bombero es el hombre de rojo caracterizado siempre por sus denodados esfuerzos por apagar dantescos siniestros pese a la clamorosa escasez del líquido elemento. Por más aburrida que sea, una elección o consulta popular es siempre una verdadera fiesta de la democracia y el soldadito más enclenque y chercheroso lucirá hidalgo y bravío si las cámaras lo llegan a ponchar marchando a paso orgulloso y gallardo en medio de la Gran Parada Militar. Nunca se le dice rico a un rico, se le dice De holgada posición mientras que De escasos recursos significa pobre. Nunca lo contrario: Ni De ajustada posición ni De excesivos recursos suena correcto. Nunca se dice murió de cáncer ni de sida, se dice falleció tras larga y penosa enfermedad. Cuando un herido muere camino al hospital se dice que murió en el trayecto al citado nosocomio adonde lamentablemente llegó cadáver. (Por si les hubiera quedado alguna duda). Y cuando el pescado escasea por semana santa, deja de ser pescado y se convierte inexplicablemente en recurso hidrobiológico pasando a formar parte de la canasta familiar junto a los demás productos de pan llevar. Si un rico acude a un barrio pobre, lo visita. Si un pobre acude a un barrio rico, merodea. ¿Y a los tirios y troyanos, dónde me los dejan? ¿Por qué se sorprenden tanto estos señores a la menor tontería que acontece? ¿Ha visto usted alguna vez a un tirio sorprendido en su vida? ¿De dónde son? A ver, preséntenme un tirio, si son tan amables.
Qué lindo sería que los más bajos dignatarios y las personas de buen vivir dieran rienda suelta a sus más altas pasiones, se debatieran entre la risa y la suerte y que, a la hora de huir, lo hicieran siempre con rumbo conocido en su vehículo estrellado debido a la falta de velocidad y sin víctimas fatales qué celebrar. Que los deudos protagonizaran divertidas escenas de dolor. Que tras haber denunciado el hallazgo de un cargamento de clorhidrato de cocaína de la más baja pureza –entre otras sustancias de indudable procedencia_– nuestros informantes, por razones de seguridad, nos suplicaran que los _sacáramos del anonimato, hartos de las amenazas de matones tan débilmente armados. Qué lindo sería que, invisiblemente emocionados, los jugadores del equipo perdedor expresaran su inexplicable júbilo ante el desastroso resultado y lo celebraran hasta altas horas del atardecer en aparente estado de sobriedad.
Pero la pregunta que todos se hacen es la siguiente: ¿Quién es el embetunado ariete que es duda en la tienda celeste justo hoy que les toca enfrentar al temible fantasma del descenso? Un futbolista puede dudar y los demás podemos dudar sobre él pero, ¿es humanamente posible ser duda? Metafísico. ¿Qué aspecto tiene el temible fantasma del descenso? ¿Alguien lo ha visto? No es un secreto para nadie que aquí les dejamos las preguntas a los expertos. No hay que ser demasiado suspicaz para darse cuenta de que, en cualquier momento, este caso podría dar un vuelco de 360 grados luego del cual habremos regresado exactamente al mismo punto en que nos dimos el volatín._ Lo único cierto es que ha llegado la hora de tomar el toro por las astas, poner los puntos sobre las íes, tomar cartas en el asunto, gritar nuestra verdad a los cuatro vientos y ponerle coto a esta dramática situación que viene preocupando a propios y extraños._
Las autoridades tienen la palabra.
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