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Eduardo Ferreyros: ¡Sea presidente, comandante!
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Ya hace unos meses vivimos en un país que pareciera tener un gobierno en sus últimos días de gestión. No es así. Falta un año, tres meses y una semana para que tengamos una nueva administración y, mientras tanto, el presidente Ollanta Humala debe gobernar. Este reclamo viene por la necesidad urgente de enfrentar una parálisis general que se ha instalado ya en el Estado y, de seguir así, no llegaremos ni al 2% de crecimiento en el 2015.
Nadie parece tomar decisiones en la administración pública, muchos funcionarios están paralizados y sus jefes, los altos funcionarios, parecen mirarse unos a otros con desconcierto sin tener un norte y optando por mejor no hacer nada, no decidir, no autorizar, para así evitarse problemas.
En febrero el Perú creció un ínfimo 0.94%, lo que nos lleva a un crecimiento de los últimos doce meses de 1.8%, cifra lamentable. El presidente debe tomar las riendas del gobierno y entender que aún no se va, que le quedan todavía 464 días de trabajo y que está en la obligación de poner orden para lograr, por lo menos, algunos objetivos como estimular la economía, ofrecer la seguridad necesaria para que no nos agarren a balazos a todos, garantizar un proceso electoral impecable, entre otros más.
Pero muchos tenemos la sensación de que no hay gobierno, que no hay liderazgo, que tiraron la toalla y lo único que capta la atención de la pareja presidencial es llegar al final lo menos magullada posible y buscar un blindaje para la megacomisión que se le viene. Lo demás pareciera que le es irrelevante.
La oposición, que aspira llegar al poder en el año 2016, es la primera interesada en recibir un país encaminado correctamente y Pedro Cateriano, que recibirá la confianza del Congreso de la República el próximo lunes, puede ser muy útil para retomar la gobernabilidad.
Pero necesitamos urgentemente un presidente y ese es usted, señor Ollanta Humala.
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