Inés García Belaunde: Una metáfora precisa, reseña de ‘El Buen Patrón.

El buen patrón gira en torno a Julio Blanco (Javier Bardem), quien es jefe de una empresa de balanzas en Madrid. Él se encuentra entusiasmado con la posibilidad de que su compañía reciba un reconocimiento a la excelencia empresarial; sin embargo, en el transcurso de los últimos días ocurrirán una serie de eventos desafortunados que harán peligrar la reputación de la empresa.

El largometraje cumple con un propósito principal: la sátira. Presenta con humor hechos que ocurren a diario en el campo laboral. En otras situaciones el desempleo o la infidelidad no serían temas para sonreír, pero la película los usa como un espejo frente a nuestra realidad. Todos hemos sido testigos de situaciones de frustración e injusticia en contextos laborales. Asimismo, temas como los despidos injustificados o beneficios por debajo de la mesa también nos resultan familiares.

El personaje de Bardem es el mayor ejemplo de todo esto. Resulta un jefe falso, hipócrita, infiel y con exceso de poder. Desde un punto de vista ético, sus actos resultan totalmente repugnantes, pero el actor español sostiene el personaje con cierta dosis de carisma que hasta llegamos a creer el paternalismo que intenta vendernos.

El buen patrón es inteligente al usar una balanza desequilibrada como un símbolo, una metáfora para el mensaje que intentar subrayar: a puertas abiertas las empresas hablan de meritocracia y equidad, pero a puertas cerradas ocurre todo lo contrario. La balanza en sí siempre terminará favoreciendo a uno sobre el otro y el que tenga más dinero o poder siempre obtendrá los mayores beneficios (aunque eso es algo que no se quiera aceptar). Nadie quiere admitir que posiblemente consiguió fama pisando cuellos.

Graciosa e inteligente. Javier Bardem, como siempre, roba la atención. La película se puede ver en Cineplanet.