En pleno siglo XXI, cuando el mundo avanza hacia la digitalización, ¿por qué Perú sigue viendo lo digital solo como una herramienta secundaria en las aulas? Durante años hemos mejorado el acceso a tecnologías de la información y comunicación (TIC), pero nos hemos quedado atrapados en una visión meramente instrumental. Tanto es así que, para algunos, tiene sentido prohibir lo digital en las aulas.
Hemos avanzado, pero el acceso sigue siendo desigual, especialmente en áreas rurales. Sin embargo, el problema va más allá de la falta de equidad en el acceso a Internet: no estamos desarrollando el talento digital que necesitamos para dar un salto real hacia una sociedad del conocimiento.
Nos hemos conformado con el simple “uso” del Internet. No hemos construido una pedagogía que fomente la capacidad de ser creadores y configuradores del entorno digital. Este enfoque superficial impide que el Perú pueda competir globalmente y aprovechar plenamente las oportunidades que ofrece la economía digital.
El fracaso de la pedagogía digital radica en que seguimos viendo lo digital como una herramienta cosmética, sin integrarla en un marco de verdadera transformación de nuestra educación. Corremos el riesgo de quedarnos rezagados mientras el mundo avanza, con innovaciones como la inteligencia artificial, transformando la forma en que se aprende y se trabaja.
Como país, debemos replantear nuestra comprensión de lo digital, no solo como un instrumento, sino como una oportunidad para crear, innovar y transformar la vida de todos los peruanos. El desafío es claro: necesitamos cerrar la brecha de acceso, pero también desarrollar una pedagogía de lo digital que impulse a nuestros jóvenes a ser los protagonistas de esta nueva era.