El liderazgo y la crisis

Carl Jung se valió de personajes mitológicos para elaborar sus arquetipos de personalidad (el héroe, el sabio, el explorador). La figura pasó de ahí a la teoría del management y, en menor medida, a la ciencia política para analizar liderazgos.

Siempre me interesaron ambos, y en varias columnas los he analizado usando el arquetipo del profesor de Stanford, Hayagreeva Rao, basado en los capitanes corsarios del siglo XVII, que según él se dividían en “estrellas” –estratégicos, centrados en objetivos, inspiradores, generadores de alianzas y rivalidades– y “guardianes” –operativos, arbitradores de conflictos, aplicadores de reglas, distribuidores de botines, organizadores de recuperaciones (tras batallas y enfermedades)–.

¿Qué liderazgo exige la pandemia? A nivel mundial y político la crisis se agravó por la deficiencia de ciertos liderazgos estrellas: Trump, Bolsonaro, López Obrador, Sánchez/Iglesias. A nivel local y empresarial, un artículo de SEMANAeconómica que comenta la encuesta a directorios de EY advierte que éstos podrían estar arriesgando el buen gobierno corporativo y el largo plazo por meterse a micro-administrar la crisis. O sea, por actuar como guardianes. El liderazgo de crisis más emblemático del siglo XX –sir Winston Churchill– era del tipo estrella, pero en el Perú vemos que el gobierno viene fracasando por problemas de gestión operativa; o sea, como guardián.

Esto nos lleva a concluir que en crisis se necesitan líderes de gobiernos y empresas que sean a la vez estrellas y guardianes. Como suelen ser incompatibles (“estrellas” son arriesgados y emprendedores; “guardianes”, diligentes y sistemáticos), el liderazgo debe ser complementario: presidente (del directorio), estilo estrella; premier y gerente, guardián.