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El mundo popular y las elecciones presidenciales
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Estimado lector, de acuerdo al suscrito, quien logre representar políticamente de manera nítida y clara al mundo popular y emergente ganará las próximas elecciones presidenciales. Aquí va mi aproximación sobre el tema.
No obstante, vale precisar primero lo siguiente. Cuando se dice “mundo popular y emergente” no nos referimos a solamente una idea o a una metafísica pura sino a todo lo contrario. El mundo popular y emergente tiene instituciones populares (llámese así) de colaboración y competencia, una red inmensa de relaciones organizadas de manera cultural, social y económica. Así, no puedes entender el mundo popular y emergente, por ejemplo, sin la familia, los mercados populares o las tradiciones (de hecho es en Bambamarca donde se celebra la fiesta taurina más grande y no en Acho).
Aquí vale sugerir otro punto. Cuando los académicos (sobre todo de las universidades de izquierda posmoderna) suelen construir sus aproximaciones teóricas sobre la sociología nacional, normalmente evaden semejante precisión y soslayan que en el mundo popular haya instituciones. Quizá las anteojeras ideológicas pesen más que el “análisis concreto de la realidad concreta” como se indica en el marxismo.
Si se dice que el Perú es un país políticamente conservador es solo porque la sociología del mundo popular y emergente, mayoritaria electoralmente, es conservadora. Así, el Perú es un país sociológicamente conservador.
Hasta aquí lo que intento explicar es que el político que descifra correctamente las demandas del mundo popular y emergente ganará las elecciones presidenciales venideras. Y eso siempre ha ocurrido en cualquier elección pasada. Ya sea el político de derecha, izquierda o de centro (esos puntos de identificación no son determinantes) lo más importante aquí es “construir un pueblo”, representar políticamente el mundo popular y emergente.
Para poner otro ejemplo. Puno votó masivamente por Pedro Castillo, sin embargo, hace 25 años el propio Alberto Fujimori llenaba las plazas de sus ciudades principales. Asimismo, no puedes explicar a Puno sin los mercados populares, el capitalismo puro e informal y sin la familia. Puno no votó por ni votará nunca por la izquierda o la derecha sino porque quien representa mejor sus demandas, sus instituciones y sus aspiraciones.Quizá haya que considerar un tema primordial. El carácter antiestablishment del mundo popular y emergente no quiere decir necesariamente anticapitalista o antinversión privada. Hay que precisar los conceptos. De allí entonces hay tipos de antiestablishment que pueden ser cultural, económico y político. Eso es harina de otro costal.
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