Mientras tanto, sin vergüenza, su gobernador, el “wayki” Oscorima, ocupado ocultando complejos con una verdad que no sabemos si lo sea, o tapando delitos con una mentira que parece serlo, no es capaz de denunciar y resolver un problema que lleva años y pone en riesgo la vida de la gente, ni terminar el santuario la Hoyada, ni enfrentar la impunidad por su pueblo.