¿Que no dictan? ¡Ja,ja!

Leo ayer la columna de un usualmente muy lúcido y apreciado colega y alucino el negacionismo o la ceguera con que se minimiza la influencia descomunal que una conocida y muy politizada ONG ejerce sobre toda la textura del andamiaje de justicia local, desde el frente externo (las dos CIDH) hasta el interno (PJ, MP, Minjus, DP, muchas procuradurías). Gracias a sus contactos –a todo nivel– en todos esos ámbitos es que son los mayores receptores de filtraciones y primicias desde la justicia, que luego sueltan a los medios. Todo eso les suma tremenda fuerza en la prensa, adonde sus integrantes acuden como gurúes; con protagonismos, “rebotes” y entrevistas complacientes garantizadas. Incluso, llegan a parecer hasta los dueños de un conocido canal de cable, donde campean a sus anchas. Y no toman prisioneros a la hora de demoler a los grupos políticos que aborrecen.

Estructuralmente, esta ONG es básicamente un politizado bufete de abogados, dotado ahora de un poderoso brazo periodístico. Así, marcan la agenda política como les da la gana, mucho más que los ahora tan debilitados partidos políticos. Todo esto es la cosecha de un trabajo de años: “capacitaciones” a jueces, fiscales y periodistas; de intenso trabajo mediático y jurídico; de construirse una fama de justicieros a base de perseguir a enemigos (que ciertamente mucho de pillos tienen); de venderse como los adalides de los derechos humanos; de la pasividad de la derecha peruana; de la dependencia noticiosa que generan por la holgazanería y falta de recursos de muchos medios; de la ideologización caviaroide de los periodistas (sobre todo los más jóvenes). Y recursos para todo esto tienen: es la ONG caviar que de lejos recibe los mayores aportes desde el exterior. ¿Que no mandan en nuestra justicia y política? ¡Ja, ja! ¡No jodan!