El sistema solar

Me sorprendió ese inesperado y largo editorial televisivo de mi colega y amiga (desde el nido Mother Goose) Sol Carreño este domingo en Cuarto poder a favor de los miembros cuestionados del TC, como si la democracia dependiese de ellos (como también su férrea defensa de PPK ante la vacancia poco antes, pero ya eso es otro rollo; Sol tiene el amnésico derecho de olvidar su pasado fujimoristoide de los 90 en ese mismo canal). Sentí que la “chiquita” venía directamente también para mí, que he sido tan crítico de estos caballeros por cambiar una sentencia ya dada y por el caso del “doctor” Eloy Espinosa.

Por supuesto que descarté inmediatamente que se deba a que Sol está casada con Ismael Noya, que integró por décadas el Estudio Echecopar (aunque aún figura como “socio director” en Linkedin), y que dos de los magistrados cuestionados (Miranda y Ledesma) sean precisamente defendidos por dos prestigiosos abogados de dicho bufete (Samuel Abad y Ana María Arrarte, respectivamente). Tampoco creo que haya pesado nada que Eloy Espinosa sea su “promo” de la PUCP. Igual, un full-disclosure de advertencia nunca está de más para que el público no crea que existe un conflicto de intereses.

Y espero que el Estudio Echecopar retire inmediatamente todas sus causas ante el TC, dada su cercanía profesional actual con dos integrantes del mismo, que integran un bloque mayoritario de cuatro magistrados al votar. Celebraría mucho que este estudio sacrifique las jugosas ganancias de ganar casos allí a esa convicción de defender al 50% del TC cuestionado, atacado probablemente por una “conspiración aprofujimorista” (a contrario sensu, entonces hablaríamos legítimamente también, así de tan ligeramente, de una “conspiración caviar”), tal como insinúa Sol.