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Las audiencias para definir la prisión preventiva contra el dueño de Perú Libre, Vladimir Cerrón, han dejado meridianamente claro que este partido se formó y se expandió sobre la base de actividades ilícitas perpetradas por una red mafiosa enquistada, principalmente, en el Gobierno Regional de Junín.
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Las audiencias para definir la prisión preventiva contra el dueño de Perú Libre, Vladimir Cerrón, han dejado meridianamente claro que este partido se formó y se expandió sobre la base de actividades ilícitas perpetradas por una red mafiosa enquistada, principalmente, en el Gobierno Regional de Junín.
Los Dinámicos del Centro y Los Tiranos del Centro eran los dos tentáculos abiertamente delictivos con que esta organización criminal captaba recursos, a través de extorsiones, cupos, coimas por brevetes y enjuagues similares. Precisamente, Perú21 dio cuenta el último martes que el alcalde de Huancayo, Carlos Quispe Ledesma, uno de los cabecillas de Los Tiranos del Centro –apelativo que la Fiscalía dio a la banda durante sus pesquisas– confirmó que él mismo realizaba cobro de cupos siguiendo órdenes directas de Cerrón.
Un esquema regional que se intentó aplicar luego a escala nacional, pues la tesis de los magistrados es que los fondos ilícitos sirvieron también para solventar la campaña de Pedro Castillo, así como para comprar bienes, como el local central de Perú Libre en Lima. El plan, todo indica, era ambicioso.
Con lo que no contaban era con las agendas propias que sus miembros y aliados sacaron a relucir una vez empoderados, luego de las elecciones presidenciales. Comenzando por su propio candidato, Pedro Castillo. Cada cual comenzó a bailar con su propio pañuelo, como se dice, con lo que la ley no tardó en caerles encima.
Y en medio del progresivo desbande de Perú Libre –incluso algunos líderes partidarios como Guillermo Bermejo o Guido Bellido han abandonado, al menos públicamente, el entorno cerronista– no han faltado quienes se han convertido en colaboradores eficaces. Sumando sus testimonios a la documentación, las cuentas y los teléfonos incautados, el caso que contra el dirigente de PL sigue el Ministerio Público es a estas alturas ya bastante sólido.
No tiene sentido pues que el señor Cerrón siga victimizándose y alegando persecución política. Se ha acumulado un buen número de evidencias y si la justicia fue estricta con otros partidos y sus dirigentes, no hay razón para que se ablande ahora con Perú Libre. La ley se aplica a todos por igual.
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