Desde la industria automotriz, reconocemos el impulso que el Gobierno, a través del Ministerio del Ambiente (Minam) y el Ministerio de Energía y Minas (Minem), ha dado para promover la movilidad sostenible, alineándose con los desafíos del cambio climático. En este contexto, el establecimiento de la exigencia de disponibilidad de combustibles con un contenido máximo de azufre de 10 partes por millón (ppm) para octubre de este año, y la posterior incorporación de vehículos con tecnología Euro 6, en abril de 2026, representan pasos fundamentales para reducir las emisiones y tener una movilidad más sostenible.
Sin embargo, la situación actual de Petroperú —actor clave en el suministro de combustibles— junto con su confirmación mediante cartas oficiales en las que señala que no se alcanzará el plazo inicialmente acordado, así como los desafíos logísticos y de infraestructura aún pendientes, generan observaciones legítimas sobre la viabilidad de cumplir con el plazo vigente.
Al respecto, las limitaciones técnicas ya conocidas —incluida la imposibilidad de Petroperú de garantizar combustibles con 10 ppm durante este año—, sumadas a la información difundida en medios de comunicación, indican que la producción de combustibles compatibles con la norma Euro 6 no estaría disponible, sino hasta el segundo semestre de 2027.
A pesar de este contexto, recientes publicaciones por parte del Gobierno darían a entender que el tema aún no se encuentra definido. En este escenario, resulta fundamental reconocer la necesidad de ajustar el cronograma de entrada en vigencia, alineándolo con la fecha real de disponibilidad del combustible compatible en el país. Esta medida permitirá garantizar una transición hacia una movilidad más limpia ordenada, proteger la cadena de suministro y salvaguardar los intereses del consumidor final. La falta de oficialización continúa generando una alta incertidumbre en los planes de operación, importación y renovación tecnológica de diversos sectores productivos.
Por ello, resulta urgente concretar su publicación oficial para brindar claridad y previsibilidad al mercado.
Formalizar esta decisión no solo otorgará la claridad necesaria para que las empresas puedan planificar adecuadamente, sino que también fortalecerá la confianza en los procesos de política pública, demostrando el compromiso del país con una transición energética sostenible, segura y ordenada.
Desde la industria automotriz, renovamos nuestro compromiso de apoyar esta transición y hacemos un llamado a oficializar sin más demoras el nuevo cronograma, asegurando así la predictibilidad que el país necesita.
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