El dictador Nicolás Maduro ha traspasado todo límite ético permisible. No solo ha pisoteado durante 11 años la Constitución venezolana, sino que este domingo insultó a millones de venezolanos (80% aproximadamente) que votaron por un cambio radical.
María Corina Machado siempre fue menospreciada por la oposición tradicional, esa oposición que siempre le daba oxígeno a Maduro cada vez que había crisis social. María Corina siempre se opuso a negociar con el régimen, a menos que esa negociación sea sobre la salida de Maduro. Hoy, los venezolanos están hartos y se encuentran en las calles exigiendo libertad y el fin de 25 años de dictadura.
María Corina es una mujer ejemplar y extremadamente valiente. Ella conoce bien al chavismo y a los falsos opositores. Hay que confiar en ella. No obstante, no abandonar las calles es la única llave para la libertad de Venezuela. En 2014, Ucrania se rebeló contra el gobierno prorruso y lo terminó destituyendo, pero eso lo hizo gracias a que los ciudadanos no escucharon a políticos que ofrecieron ser intermediarios con el régimen.
La única salida que tienen los venezolanos ahora es seguir en las calles hasta lograr su libertad. Antes también estuvieron en las calles luchando, pero líderes opositores como Capriles, Ramos Allup o Borges le daban oxígeno al régimen dialogando y pidiendo que todos regresen a sus casas. Sin embargo, el estallido social iniciado ayer no ha sido convocado por ningún político, como lo fueron las protestas anteriores. Esta vez, cada venezolano que está en la calle es un líder político independiente con el mismo propósito que los que están a su lado.
Maduro tuvo la opción de un exilio dorado e impunidad, pero eligió quedarse y ahora sus opciones son terminar tras las rejas por crímenes contra la humanidad o acompañar a otros autócratas como Gadafi, Hussein y Ceau escu.
¡Fuerza y fe, Venezuela; la libertad está más cerca que nunca!